Con los pies acá y la cabeza en Larroque

Claudia Martínez
(especial para ANÁLISIS)
“Mi apellido es holandés”, comienza contando y enseguida se prende al mate en su oficina de calle Santa Fe.
Los Kneeteman se dividieron cuando llegaron a la Argentina. “Uno se fue a Rosario y se le perdió el rastro; se dedicó al cine. Mi bisabuelo vino a Larroque con una colonia holandesa. Hay muchos Kneeteman en Amsterdan”, detalla mientras se acomoda para la nota.
Leer su apellido para muchos es complicado y trata de explicar que la k se pronuncia poco, como para que se les facilite nombrarlo.
“Soy morocho por mis abuelas por parte de padre que eran de tez morocha”, explica, y agrega que su familia tiene sangre de todos lados.
Kneeteman nació en Larroque, dice su biografía, y allí es donde vive actualmente. Tiene 53 años y está casado con Graciela Bouvet, con quien tuvo hijos, hoy de entre 16 y 25 años (tres mujeres: Sofía, Telma, Paula y un varón, Fidel). Además se suma a la familia un nieto de 2 años.
La historia política de este actor-legislador se remonta a su abuelo. Cuenta que “era un ruso grandote” que fue intendente de Larroque “durante la Presidencia de Arturo Illia y con la gobernación de Uranga. Era la UCRI, en el ´53”, detalla. A esto se agrega que su papá fue candidato a intendente cuando Ricardo Lafferriere fue candidato a gobernador.
—Acá no te conocíamos mucho.
—Yo tengo relaciones con sectores de la dirigencia política. Nací en el ´62. Cuando mi abuelo fue intendente yo tenía un año. Él vivía con nosotros en mi casa. Era viudo, por lo tanto su familia éramos nosotros y teníamos una relación muy afectuosa. Era muy querido por mí. Estuvo 10 años en la Intendencia. Mi abuelo se sentaba en una punta de la mesa y mi papá en la otra, y durante el momento que comíamos hablaban de política. Yo estaba en el medio. Iba a jugar a la tarde a la Municipalidad, y así crecí.
(Más información en la edición gráfica número 1050 de la revista ANALISIS del jueves 10 de noviembre de 2016)