Caso Vilches: las dudas de la familia y el rigor técnico del fiscal

Por Juan Cruz Butvilofsky
Carlos Vilches era un joven de 28 años que nunca tuvo problemas con nadie. En la pequeña localidad de Piedras Blancas se lo conocía como un pibe humilde, tímido y para nada conflictivo. Apareció muerto en un galpón de un conocido, el lunes 7 de noviembre, en circunstancias que ciertamente dan que pensar. La última vez que la familia lo vio con vida fue durante la noche de ese domingo cuando caminaba con su amigo Chela Martínez.
El padre de Carlitos –como se lo conocía en Piedras Blancas- salió a denunciar públicamente que la investigación judicial se resolvió con una velocidad que lo hacía dudar y afirmó que no va a detenerse “hasta que no llegue a la verdad y se haga justicia”.
Las principales dudas de la familia se centran en la ropa que llevaba puesta Carlos en su último contacto familiar y la vestimenta con la que se lo encontró muerto. Según el testimonio de la familia, al joven le cambiaron el pantalón, y eso les hace pensar que hubo algo más que una “muerte cerebral sin intervención de terceros” como caratuló la autopsia realizada por el médico forense Walter Aguirre.
El informe fue el recurso técnico en el que se basó el fiscal del departamento La Paz, Maximiliano Hass, para cerrar su investigación. “Yo comprendo el dolor de la familia pero a mí me llegó una autopsia que es contundente y dice que las causas de la muerte fueron naturales sin la intervención de terceros”, señaló el representante del Ministerio Público Fiscal a ANÁLISIS.
(Más información en la edición gráfica número 1051 de ANALISIS del jueves 24 de noviembre de 2016)