Horas cátedra para todos y todas

L. D.
La hora cátedra, a diferencia de la hora reloj, mide 40 minutos. Es la unidad para calcular el tiempo que un docente imparte clases al frente de un aula y, de esa forma, liquidar sus haberes. Así sucede en cualquier institución educativa, excepto en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).
En la casa de estudios creada por ley el 8 de junio de 2000 en el gobierno de Sergio Montiel la hora cátedra sirve para todo. Con horas cátedra se pagan, como corresponde, los sueldos de los profesores. Pero también se abonan los salarios de administrativos, personal de limpieza, comunicadores, fotógrafos, choferes, secretarios y telefonistas, entre muchos otros rubros que se precisan para el funcionamiento de la universidad.
A quien cobra con horas cátedra se le genera un recibo de sueldo. Esto significa que se le realizan los aportes de ley y acumula antigüedad docente, aunque jamás haya estado al frente de un aula. Además, al empezar a percibir haberes se le genera el alta en el Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper).
“Un chofer, un fotógrafo, un locutor, cualquiera que trabaje en Uader hoy se presenta en un concurso del Consejo General de Educación (CGE) y capaz que lo gana por la antigüedad”, grafica con ironía un administrativo de años en la casa de estudios. Cuenta también que, a la hora de organizar capacitaciones, seminarios o talleres, a los disertantes también se les paga con horas cátedra.
“Así, han tenido recibo de sueldo, aportes, antigüedad y se les ha dado de alta en el Iosper, aunque sea solo por un mes, a profesionales de distintos rubros de cualquier punto del país y también del extranjero. Todos los que han disertado en Uader han cobrado de esta manera porque no hay otro modo de pagar”, explica el trabajador consultado.
En un padrón de haberes del mes de julio al que accedió ANÁLISIS figuran incluso un puñado de periodistas que reciben “publicidad” por parte de la universidad, también pagada con horas cátedra. “El monto máximo por un banner o un aviso no supera los 6.000 pesos, pero en virtud de esta situación hay periodistas que nada tienen que ver con la universidad que aparecen afiliados al Iosper, hacen aportes y acumulan una antigüedad totalmente ficticia”, acotó el empleado.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del 21 de septiembre de 2017)