El reportaje impertinente a Eloísa Patat, modelo

“Disfruto de lo que me toca vivir”

Edición
1085

Claudia Martínez
(Especial para ANÁLISIS)

Hace mucho que no para, que va de un lado al otro, que sólo prepara valijas y mudanzas.

Eloisa Patat, modelo, influencer, mamá de dos niñas (Isabella y Serena), y esposa de un deportista famoso (Federico Van Lacke) es de Paraná. Fue Miss Entre Ríos y de allí se hizo conocida por sus participaciones en la televisión y en desfiles en la ciudad.

Se enamoró y su historia bien podría decirse que es de un cuento de hadas. ANÁLISIS se comunicó con Eloísa, quien -ahora en España- contó su historia y su derrotero para vivir lejos del rió marrón y de sus afectos.

“Nunca estuve conectada con el mundo de la moda en realidad -cuenta vía telefónica con ANÁLISIS-. Yo era jugadora de vóley del CAE y un día decidí presentarme al concurso de Miss Entre Ríos. Lo que recuerdo es que en el jurado estaba Gerardo Casas (reconocido diseñador)”.

“Gané el 2001 y de ahí empezamos. Teníamos un grupo súper bonito de modelos que hacíamos grandes desfiles como la gente de Aspasid y otras firmas. Pero hubo una posibilidad de ir a Buenos Aires… todo paso rápido y me vine a Europa con Fede”, sintetiza.

La pasarela europea la vio debutar en la semana de la moda en la pasarela flamenca cuando vivía en Andalucía. Vestida de flamenca, hizo fotografías hasta que fue madre.

“Eso fue otra etapa en la que no trabajé de modelo y me dediqué a ser madre. Ahora esta etapa de modelo resurge siendo influencer, sin la carga de tener un cuerpo perfecto. El perfil de la influencer es que se muestra tal cual es. Es decir que no me disfrazo de nada. Soy una mujer de 35 años, madre de dos niñas, con el cuerpo que tengo, si bien tengo una estética cuidada y una imagen cuidada y me cuido con las comidas por un cuestión personal”, dice y se la nota acelerada.

Pero su derrotero abrazado a la profesión de su esposo tiene una historia. En el 2002 llegaron; en el 2006 se casaron y se quedaron hasta 2011 en España. En 2012 lo contrató Boca y Obras Sanitarias, pero volvieron a Madrid. En 2014 regresaron a la Argentina y se quedaron años en Santiago del Estero.

Eso le permitió volver cada tanto a Paraná y recordar su paso como Miss Entre Ríos. La capa, la corona, quedaron para que sus niñas se conviertan en reinas de juguete y de paso le recuerdan a su mamá su paso por el trono que la vio convertirse en modelo.

“Ahora estoy viviendo en la ciudad de San Sebastián, País Vasco (depende con quien hables algunos te dicen que es parte de España y otros no se sienten tan identificados). Llevamos un año en esta ciudad porque Fede está jugando por segunda temporada en el equipo de primera división nacional, en la Liga ACB, para el GBC Guipúzcoa Basket. Nos vinimos, luego de haber vivido dos años en Santiago del Estero”, cuenta.

(Más información en la edición gráfica número 1085 de la revista ANALISIS del jueves 13 de septiembre de 2018)

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