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Familia fumigada de Colonia Celina logró una reunión con funcionarios

Asamblea Vecinal por el Ambiente y la Salud de la cuenca Las Conchas

La familia Lovera junto a la Asamblea Vecinal por el Ambiente y la Salud de la cuenca Las Conchas se reunió con autoridades para reclamar contra las fumigaciones.

El estado de salud de la familia Lovera, que vive en una casa de campo de Colonia Celina, en el departamento Paraná Campaña, logró reunir en el salón de la Junta de Gobierno a su presidente, José Maccarrone, al subsecretario de Ambiente de la Provincia, Lucio Amavet, policías de Villa Urquiza y del destacamento del pueblo y al coordinador de la Dirección de Juntas de Gobierno, José Bantar.

La madre de los Lovera, una anciana de más de 80 años, llegó junto a su hijo y nuera al encuentro que organizaron los integrantes de la Asamblea Vecinal por el Ambiente y la Salud de la cuenca Las Conchas, para contar el infierno que están viviendo.

Los asambleístas conocieron la realidad de los ancianos el 4 de julio pasado, cuando don Lovera llegó junto con su mujer al Centro de Salud de Sauce Montrull y contaron el padecimiento que tienen cada vez que pasan los “mosquitos” fumigando cerca de la casa familiar.

Desesperados, intentaron tomar algunas medidas y el dueño de las tierras respondió con tres patrulleros que garantizaron las fumigaciones. La escalada de violencia fue tan grande que los asambleístas lograron concretar el cónclave en la Junta de Gobierno.

“Lo que quedó en claro es que los 50 metros que manda la Ley para proteger las casas no sirven para nada. Da la sensación que, así como está la legislación, lo que buscan es despoblar el campo”, contó un asambleísta a diario Uno que anoche se fue con los ojos llenos de lágrimas después de escuchar el relato de los Lovera.

Campo adentro cuentan que cada vez se escucha más seguido el consejo de abandonar las casas, por unos días, cuando se vienen las temporadas de fumigaciones.

Evitando el choque y buscando soluciones, el viernes por la noche coincidieron en que, partiendo de la base de que los fumigadores trabajan cumpliendo la normativa, definieron tres ejes de acción.

La primera es seguir luchando para para modificar las distancias vigentes, la segunda es controlar el cumplimiento efectivo de la ley y tercero, cuando ocurren estos casos, mediar entre los afectados y los fumigadores para encontrar soluciones.

“Decidimos hablar con el fumigador para que se aleje o realice la aplicación de una manera más consciente”, subrayaron desde la Asamblea recordando que, en el último incidente, fueron cerca de 12 policías los que garantizaron la fumigación mientras la familia trataba de resistir el paso de la máquina.

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