
Alejandro Vandenbroele renunció al Programa de Protección de Testigos.
“La permanencia en el Programa pone en riesgo mi seguridad", definió Alejandro Vandenbroele, al presentar este viernes su renuncia al Programa de Protección de Testigos Protegidos, según le confirmó él mismo a Infobae. El detonante fueron las declaraciones del secretario de Justicia, Juan Martín Mena, quien criticó la exposición del arrepentido en la causa Ciccone. También influyó el traspaso, ayer mismo, del Programa al Ministerio de Justicia, tal como funcionaba hasta el final del gobierno de Mauricio Macri.
“Tuve en cuenta varias cosas para renunciar: la filtración de mi legajo, las declaraciones de miembros del Poder Judicial, la vuelta del Programa al Ministerio de Justicia y las declaraciones de Mena, responsable político del Programa”, le dijo Vandenbroele a Infobae.
El arrepentido suspendió ayer su regreso a Mendoza por los últimos acontecimientos, pero regresará a la posada que originó el escándalo, donde vive y trabaja.
Al ser consultado respecto a qué cambia a partir de ahora, afirmó: “Seguiré con mi vida normal, pero voy a viajar más seguido a Buenos Aires para seguir las causas judiciales. Esto no puede quedar así”.
El secretario de Justicia cuestionó este jueves las entrevistas que dio Vandenbroele a diversos medios nacionales luego de la filtración de su legajo personal. “Se viola el primer principio (del Programa) que es la confidencialidad”, sostuvo el funcionario, aunque durante toda la entrevista opinó sobre los detalles de la vida del arrepentido.
En la entrevista con Infobae, Vandenbroele sostuvo que la filtración de su legajo es parte de una maniobra para intentar beneficiar al exvicepresidente Amado Boudou y otros condenados. “Mi declaración como arrepentido fue libre, no fue pagada por nadie”, dijo.
Vandenbroele se arrepintió e ingresó al Programa en noviembre de 2017, un mes después del comienzo del juicio oral. Su aporte fue fundamental en la causa que investiga un supuesto asesoramiento a la provincia de Formosa y en el segundo tramo de la causa Ciccone, más conocida como “Ciccone 2”. En el juicio, el extitular de The Old Fund aludió a muchas de las afirmaciones que había prestado como arrepentido y su confesión terminó siendo relevante a la hora del veredicto. Esa sentencia ya fue confirmada por la Cámara de Casación y ahora está en manos de la Corte Suprema.
Luego de la filtración del legajo, las defensas de varios de los condenados hicieron presentaciones ante el Máximo Tribunal y ante el Tribunal Oral que condenó a Boudou y otros acusados.
Según los documentos filtrados por el sitio El Destape, el 24 de agosto de 2018, un exagente del Programa asignado en ese momento a Vandenbroele, Carlos Linsalata, pidió 1.500.000 pesos para que Vandenbroele invirtiera en una posada de Mendoza.
Linsalata, un expolicía que estuvo también en la Aduana, terminó eyectado del Programa meses después por diferencias internas con sus superiores.
Luego de la filtración del legajo, donde había recibos y contratos, se abrió una causa judicial en el Juzgado Federal 11, a cargo de Marcelo Martínez De Giorgi, aunque en las últimas horas ese magistrado se lo mandó al juez Ariel Lijo, tal como había pedido la fiscal Paloma Ochoa. Si Lijo lo rechazara, deberá definir la Cámara Federal.
Vandenbroele se reunió el miércoles con una defensora oficial para que se presente en ese expediente.
En el Juzgado 11 también hay otra denuncia promovida por el todavía director del Programa, Francisco Lagos, un funcionario elegido por el ex ministro Germán Garavano. Su futuro es incierto.
Mas allá del avance de esas causas, el ex titular de The Old Fund presentará una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “No podemos confiar en la Justicia argentina tal como están las cosas”, le dijo a Infobae una persona que asesora a Vandenbroele en los temas jurídicos.
La renuncia de Vandenbroele se suma a la de otros testigos “famosos” como Leonardo Fariña y Víctor Manzanares que se bajaron del Programa antes del cambio de gobierno.