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Educación y pandemia: “Hay que garantizar las condiciones materiales”, reclamó Cogno

Susana Cogno

"Se necesitan políticas concretas para garantizar las condiciones materiales" de las escuelas, reclamó Cogno.

La secretaria general de la Seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), Susana Cogno, brindó un panorama de la realidad del sistema educativo entrerriano en el contexto de la pandemia de coronavirus y el consecuente aislamiento social obligatorio.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Cogno valoró que “en Entre Ríos se logró aplanar la curva, el aislamiento social preventivo ha dado resultados y significó la posibilidad de conservar la salud, aunque no sucede lo mismo en otras provincias lo cual preocupa muchísimo porque en esto se nota más que nunca la desigualdad”.

Recordó que “fue nuestro grito antes de que se decretara la pandemia porque donde no hay condiciones lo único que nos queda para cuidarnos es el aislamiento, porque las condiciones materiales son muy importantes en una situación como ésta”. “Si lo único que puede controlar al virus es lavarse las manos, estar encerrados y sin contacto social, sabemos que hay sectores muy amplios de nuestra sociedad que no tienen esa posibilidad. Entonces, hay una cuestión de clase donde no todos pueden cumplir con las restricciones en función de las condiciones y eso es lo que nos preocupa”, refirió.

De la misma manera, manifestó la preocupación porque “hay un distendimiento del aislamiento por estos días, lo que se puede observar en el centro y en los barrios”. “Nos tocó trabajar en algunas zonas vulnerables, y vemos que en esas zonas donde mayores seguridades tendría que haber, las condiciones no lo permiten y no hay respuestas rápidas todavía”, cuestionó. 

Ante ello, la dirigente afirmó que “la Multisectorial que se reúne regularmente desde hace más de un mes está haciendo los planteos y queremos respuestas rápidas, porque ya tenemos más de 60 días de aislamiento y algunas de las condiciones ya podrían tener una respuesta; aquellos que menos posibilidades tienen, necesitan que de forma rápida y efectiva se solucionen algunas cuestiones que venimos planteando”.

Agregó que “además, la ciudad registra situaciones caóticas que no se solucionan controlando solamente la circulación, sino que hace falta una respuesta que tiene que ver con la olla de muchas familias, la gene tiene que garantizar la comida y no hablamos de recreación sino de necesidad”.” Hay que tener una respuesta más rápida porque en los barrios hay necesidades muy amplias que no se están cubriendo”, reclamó.

La virtualidad

Consultada respecto del dictado de clases en este tiempo de pandemia, Cogno afirmó que “no se puede decir que la escuela se trasladó a las casas porque la escuela es la escuela, tiene una función directa con el conocimiento y el hogar es otro espacio”.

Dijo que “la encuesta que hizo AGMER es amplia y tiene un número que es solamente un indicador porque fue voluntaria, y es un muestreo de lo que están haciendo los trabajadores de la educación” y planteó que “la llegada de las actividades no es igual, hay una enorme desigualdad y eso no se va a solucionar en el marco de una crisis como es la pandemia”.

“Así como alertamos que las escuelas no están en condiciones para volver porque no estaban en condiciones antes de la pandemia, ahora es mucho peor y se agravan todos los conflictos”, sentenció la dirigente, quien ejemplificó que “desde diciembre no se paga la partida de limpieza, y el refuerzo de esa partida que llegó a ser de 4.800 pesos las escuelas que tienen comedores todavía no la cobraron”.

“Este año no es un año normal, no es un año que se pueda medir de la misma manera en la evaluación ni en la acreditación que otros años. Tampoco estamos de acuerdo con los mensajes superpuestos de que esto será un híbrido porque esto no puede funcionario ya que los docentes trabajamos mucho pero las condiciones no son iguales y el acceso al conocimiento no está funcionando como funciona siempre”, analizó.

En tal sentido, advirtió que “la escuela argentina es presencial por historia y lo que basa al sistema educativo es la presencialidad, es el vínculo; el maestro es un igualador cuando puede estar junto al otro, porque construye conocimiento con el sujeto, con todos los estudiantes y con la comunidad, y enseñar es un saber especializado que requiere formación y los padres no lo pueden desarrollar de la misma manera que lo hace un maestro en la escuela, entonces es lógico que haya muchos problemas”.

Del mismo modo, precisó que “no hay conectividad, que hay mucho esfuerzo de los maestros que hacen lo que pueden, y en la escuela secundaria de las zonas vulnerables cuesta mucho que los chicos continúen la trayectoria educativa porque las condiciones lo agobian y porque necesita del vínculo con el docente para poder hacer el nexo con el conocimiento, porque no hay quien lo ayude en la casa, y porque los padres no le encuentran la vuelta”.

Por otra parte, Cogno apuntó contra el Consejo General de Educación (CGE) porque “no hay pautas organizativas y lo que se emite es complicado”. Como ejemplo, mencionó que “a 60 días de reclamar una mecánica concursal para nombrar suplentes, todavía no podemos ponernos de acuerdo porque lo que el gremio elabora no lo tiene en cuenta el Consejo y emite resoluciones que no están sirviendo para solucionar el problema en el territorio, y en vez de solucionar nos complica más”.

“En el marco de la pandemia donde hay que nombrar un suplente para un directivo o un maestro o profesor que se enfermó, tenemos una catarata de impugnaciones, reclamos y malestar de la gente porque el Consejo emite resoluciones y circulares contradictorias. Ante ello reclamamos una pauta organizativa clara, que el Consejo nos diga algo que nos oriente, pero si todos los días cambian la visión de lo que anuncian, eso trae en detrimento que después cuando haya que tomar las decisiones no estemos en sintonía”, describió.

En ese contexto, sostuvo que “hay que tener garantizadas las condiciones para el regreso post pandemia, y el regreso post pandemia nos marca aulas muy chicas, en algunos cursos superpobladas y donde habrá que ir a buscar a los alumnos que no regresen”.

“Tenemos fortalezas pero también tenemos grandes debilidades producto de la falta de políticas concretas. Nos preocupan las condiciones materiales porque al hablar de pandemia se necesita agua potable que muchas escuelas no tienen, como no hay partidas de insumo no hay quién pague la luz, a la internet la pagamos los maestros y hoy no estamos en la escuela para juntar la moneda”. “El regreso de los alumnos deberá ser paulatino y respetando el aislamiento, lo que significa que por aula no se podría tener más de ocho chicos, y cómo se hace en escuelas donde en un mismo edificio se comparten hasta tres turnos. No se podría volver bajo ninguna circunstancia todos los estudiantes”, ejemplificó.

“La escolaridad tiene que ser presencial. Lo del híbrido es un anuncio mediático pero no está anclado en el conocimiento profundo de las condiciones materiales y subjetivas de lo que implica en la escuela argentina la falta de presencialidad. Y además hay que ser creativo y rápido para que al volver esté todo más o menos resuelto”, refirió.

Criticó que “si a tantos meses no se pudo resolver l pago de las partidas de limpieza, hay que ver lo que pude llegar a ser la construcción de un híbrido, cuando no hay plataformas, las escuelas no tienen internet”.

En ese marco, apuntó también que “los docentes no tenemos tampoco grandes posibilidades, con un salario de pobreza, con la discusión salarial no resuelta, con un salario que no alcanza a cubrir ni la mitad de la canasta básica, el esfuerzo que hace el trabajador para poder llegar a sus alumnos es inmenso porque muchas veces tampoco puede pagar internet, debe buscar donde conseguir las fotocopias, ahora no se puede mover porque no hay transporte”.

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