
El zaguero tiene contrato hasta diciembre de 2022 con el Lobo, pero quiere estar cerca de Hasenkamp.
El presidente de Colón de Santa Fe, José Vignatti, viajó hasta La Plata para negociar la salida del entrerriano Paolo Goltz de Gimnasia y su posterior incorporación al Sabalero. El propio futbolista pidió rescindir el contrato que tiene hasta diciembre de 2022 con el Lobo, para estar más cerca de su familia, instalada en Hasenkamp.
Goltz fue compañero de Eduardo Domínguez en Huracán y es una vieja debilidad para el DT Sabalero. Tiene 35 años y llegó a Gimnasia a pedido de Diego Armando Maradona, quien lo ubicó como voz de mando en la última línea (fue capitán del equipo) y le dio la continuidad que no había encontrado en Boca.
Un problema familiar surgido en los últimos meses "lo obliga" a estar cerca de sus seres queridos en Hasenkamp, provincia de Entre Ríos. "Paolo es un caballero y vino de frente. Nos dijo que si no puede jugar en Colón de Santa Fe o en Patronato, para estar cerca de su familia, deja el fútbol profesional. Estamos intentando encontrar una salida", confiaron desde 60 y 118 a El Litoral.
A Gimnasia ya le pasó lo mismo con el arquero Jorge Broun: el ex Colón, también figura, les planteó el deseo de volver a atajar en Rosario Central: rápidamente acordaron la salida, a cambio de una deuda y documentos vencidos. En el caso de Goltz, es un poco más complejo, porque Gimnasia hizo un gran esfuerzo por sumarlo en su momento debido al pedido de Maradona.
En concreto, bastante parecido a lo que Vignatti pretende plantearle al "Pulga", se encontrará ahora del otro lado del mostrador cuando llegue a La Plata: Gimnasia quiere una suma de dinero a modo de indemnización para rescindir antes el vínculo y liberarlo así puede jugar en el Colón de Eduardo Domínguez.