
Inés Arrondo, secretaria de Deportes de la Nación.
El conflicto con respecto a la participación de Argentina en el Sudamericano de Guayaquil sigue vigente. Mientras el Enard asegura el pasaje a una parte de la delegación de 50 atletas con posibilidad de participar, desde la Nación exigen que participen todos y viajen en un vuelo privado.
La selección argentina de atletismo se prepara para, en pocos días, afrontar el Sudamericano de Guayaquil, Ecuador (iba a ser en Argentina, pero por la pandemia desistieron de realizarlo en el país). Para algunos de ellos, esta es una posibilidad clara de lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, mientras que para otros es una experiencia más en un contexto internacional.
Sin embargo, el conflicto surgido a partir de los pasajes disponibles para la delegación ha tomado la primera plana. El Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) asegura el pasaje para una parte de la comitiva (unos 15 atletas) y en vuelo comercial, reduciendo la participación argentina en el certamen. Aducen que el ente se ha manejado siempre de esta manera, respetando el uso de fondos públicos recibidos y sin sobrepasarse en los gastos.
Mientras tanto, la secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo, se para en la vereda opuesta. Para ella, en este contexto de pandemia la manera más segura para trasladar a los atletas es mediante un vuelo chárter y deben viajar todos los habilitados para participar.
“Los 50 atletas son la expresión nacional del atletismo y el Sudamericano es la única instancia de participación que tienen, no sólo para clasificar a Tokio 2020, algunos hace más de un año que no pueden competir y siguen entrenándose. Lo más justo y seguro es que los 50 atletas viajen en un chárter a Ecuador”, señaló la funcionaria a Télam.
Explicó que la postura de la Secretaría es que se debe hacer todo lo posible para que viajen todos los atletas y, de ser así, lo más seguro en términos sanitarios es usar un avión privado. “Eso permitiría incluir a la totalidad de la delegación por un gasto similar al que estaba estipulado para realizar la competencia en el país”, indicó.
El Campeonato Sudamericano de mayores estaba programado entre el 14 y el 16 de mayo e iba a realizarse en el Cenard, en Buenos Aires. La delegación argentina podría participar completa y el presupuesto para el torneo estaba en los 18 millones de pesos. Sin embargo, decidieron cancelar su realización por el alto riesgo epidemiológico y su reprogramación lo llevó a Guayaquil, entre el 29 y 31 de mayo.
El Enard, presidido por Gerardo Werthein (presidente del Comité Olímpico Argentino) habilitó primeramente a 17 deportistas con chances de clasificación olímpica y dos técnicos para viajar de forma regular, dejando de lado a los demás atletas de la delegación.
Los atletas de esa nómina eran: Belén Casetta, Germán Chiaraviglio, Joaquín Gómez, Florencia Borelli, Carolina Lozano, Luciana Gómez Iriondo, Guillermo Ruggeri, Mariana Borelli, Diego Lacamoire, Maximiliano Díaz, Federico Bruno, Ailén Armada, Julián Molina, Ignacio Carballo, José Zabala, Nazareno Sasia y Carlos Layoy. Los entrenadores eran Leonardo Malgor y Diego Vicentini.
El Enard argumentó esta decisión a través de un análisis técnico en el que entendieron que debían priorizar la participación de los ya clasificados y de quienes pueden aspirar a lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos. Todo esto mencionado en una carta a la Confederación Argentina de Atletismo.
“La contratación de un avión privado para transportar a una delegación sería una irresponsabilidad que deformaría una línea de conducta, tanto en lo que respecta al criterio deportivo como al de la aplicación de los recursos económicos”, valoró la autoridad del Enard tras votar de forma negativa al momento de tomar la decisión (es el mecanismo ante un empate en el directorio de la CADA, integrado en un 50 por ciento por el Estado Nacional y otro 50 por el COA).
Arrondo reconoció que los atletas siempre viajaron en vuelos regulares, pero aclaró que “nunca hubo una pandemia”. A esto añadió: “Hay algunos que tienen que hacer tres escalas para llegar a Guayaquil. No es seguro y hay varios chicos y chicas de nuestras provincias que se quedan directamente sin participar”.
Para finalizar, la ex integrante de Las Leonas comentó: “Es una situación particular y el Enard es el organismo creado para atender las necesidades del alto rendimiento deportivo en nuestro país. Es insólito lo que pasa. Con el gasto que íbamos a tener por organizar el torneo se podría llevar a los atletas a competir en un chárter”.
Además del aporte extraordinario que la Secretaría admitió poder darle a la CADA, los atletas se movieron por su cuenta y se contactaron con el influencer Santiago Maratea, que en ocasiones anteriores ha encabezado actividades solidarias. Junto a Maratea, iniciaron una campaña para contratar el vuelo chárter por 99 mil dólares con donaciones de entre 22 y 100 pesos y desde que comenzó la colecta el viernes por la noche hasta el sábado al mediodía, el monto alcanzado superó los seis millones de pesos.
Entre los deportistas hechos a un lado por la decisión se encuentran los entrerrianos Pablo Zaffaroni (Concepción del Uruguay) y Dylan Van der Hock (Concordia).
Fuente: Télam.