Echar luz sobre las cosas que hieren

Por Sofía Arnaudín
Las letras siempre fueron parte inherente de su vida hasta que la voz propia comenzó a pujar con fuerza y dio vida a dos libros muy distintos; pero que piensan, observan, ponen signos de pregunta sobre concepciones y situaciones de la vida cotidiana. Alejandra Cordero nos adentra a su mundo interior con palabras claras y amorosas, con cierta pausa, como la flor que espera su primavera.
Un desborde es la palabra cuando se encuentra, como la crecida del río Gualeguay; temeraria, todo lo arrasa. Alejandra Cordero nació sostenida por esas márgenes y aunque anduvo de hábitat en hábitat a lo largo de su vida, el corazón se resguardaba allí hasta que decidió volver, en 2017.“Entre Ríos es una provincia que me gusta muchísimo. Viví en Santa Fe y en Cañuelas -provincia de Buenos Aires- y siempre extrañé Entre Ríos como la patria chica; tiene como una mística y se me presenta cuando escribo”, confiesa a ANÁLISIS, Alejandra Cordero.
Estudió la Licenciatura en Letras en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), espacio que la transformó rotundamente. “Siempre escribí, desde muy chica. Pero cuando comencé mis estudios universitarios me di cuenta de que me faltaba tanto por leer.
Entonces me dediqué de lleno a eso porque creo que para poder escribir tiene que haber un trabajo con el lenguaje. Entonces abandoné la tarea de la escritura por unos años y retomé en 2008”, cuenta a este medio, la escritora.
Alejandra Cordero publicó dos libros: Diente de león (2020) y Abusos Permanentes (2022), ambos a través de la editorial independiente de Paraná, Ana Editorial. Desromantizar la infancia; despellejar en carne viva las violencias, núcleos que despliega en ambas narrativas.
(La nota completa en la edición 1135 de la revista ANALISIS del jueves 20 de octubre de 2022)