
Sergio Urribarri recorre la provincia en lo que él denomina “encuentro con la militancia”. La nueva convocatoria será el 10 de febrero en el Club Echagüe de Paraná.
(de ANALISIS)
El exgobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, puso a circular su nombre en clave de “jingle publicitario” a través del ritmo del hit mundialista y se asoma a la interna del peronismo de cara a las elecciones 2023. Sin posibilidades legales de aspirar a ser nuevamente gobernador por la cláusula constitucional, la única posibilidad es un cargo de legislador, lo suficiente como para gozar de cierta inmunidad parlamentaria ante los varios frentes judiciales que le deparan en el futuro inmediato. Hay quienes no descartan que, de ser necesario, estaría dispuesto a ser candidato a intendente de Concordia e incluso se llegó a analizar la posibilidad de que vaya por fuera de la estructura del oficialismo, tal como hiciera Jorge Busti en su momento.
Por eso está rodando en toda la provincia la convocatoria “al gran encuentro de la militancia” que realizar el sector de Urribarri para el viernes 10 de febrero a las 20 en el Club Echagüe de Paraná. “Han pasado ocho años del Pato gobernador, Entre Ríos lo recuerda como la mejor gestión”, reza parte de la canción que tiene el ritmo mundialista de Qatar. El mensaje es claro: dice que superó a la gestión de Gustavo Bordet y por eso puede “volver a ilusionar” al peronismo entrerriano.
Desde lo legal, Urribarri no puede aspirar a un nuevo mandato como gobernador, por los límites establecidos en la propia Constitución Provincial, reformada en 2008. Pero, nada le impide para aspirar a cualquier otro cargo electoral. Por otro lado, está condenado en primera instancia a ocho años de prisión e inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos, por actos de corrupción. Pero, es sabido que, con este Superior Tribunal de Justicia –especialmente su Sala Penal-, las inhabilitaciones que han pesado sobre dirigentes peronistas condenados por corrupción se levantan con solo conocer la pretensión de disputar nuevamente un cargo electoral. Eso ha pasado, por ejemplo, con el actual intendente de Santa Elena, Domingo Daniel Rossi.
De todos modos, se aguarda que alguna vez la Cámara de Casación Penal revise la sentencia que pesa sobre Urribarri, lo que recién podría concretarse antes de mediados de año. Y en el hipotético caso de ratificarse esa condena, al exgobernador y ex embajador de Israel le quedará el cómodo camino de recurrir a la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) para soñar con la absolución. Por lo pronto, tanto los vocales Daniel Carubia como Claudia Mizawak (aunque debería excusarse, por haber sido abogada del exmandatario) podrían votar a su favor.
Siempre con el ritmo del jingle mundialista de Qatar, se lo enaltece a Urribarri y se dice que “Entre Ríos lo recuerda como la mejor gestión”, en clara comparación con la de Bordet. “Porque somos lo que hacemos lo podemos repetir”, se canta en clara referencia a este año electoral.
Como antecedente, Urribarri recorre la provincia en lo que él mismo denomina “encuentros de la militancia”. Ahora la convocatoria, en clave electoral, es para el viernes 10 de febrero a las 20 en el Club Echagüe de Paraná. El desafío hacia la actual conducción del peronismo está planteado y en caso de no poder avanzar, en el entorno de Urribarri no descartan ir por fuera de la lista del oficialismo.
Por lo pronto, Bordet se resiste a que tenga un lugar en una lista de candidatos a diputados provinciales o alguna otra postulación en la estructura del oficialismo. Por eso no se descarta, en algunos sectores del urribarrismo, de ir con una lista por fuera del peronismo, tal como lo hiciera el exgobernador Jorge Busti en su momento o la denominada Lista 100 -con Julio Solanas y Enrique Cresto a la cabeza-, que enfrentara al propio Urribarri en las elecciones de 2007. En ese esquema se especula con la posibilidad de que Urribarri pueda ser candidato a intendente de Concordia y Mauro Urribarri como diputado provincial.