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Boca no pudo traducir en goles su supremacía y empató con Palmeiras en “La Bombonera”

Boca no pudo traducir en goles su supremacía y empató con Palmeiras en “La Bombonera”

Edinson Cavani tuvo dos cabezazos en el primer tiempo y un gran despliegue, pero le faltó el gol, al igual que a todo su equipo.

Boca no tuvo gol y empató con Palmeiras en la semifinal de ida de la Copa Libertadores de América. Este jueves, el Xeneize exigió a su rival, generó situaciones de riesgo, pero no pudo traducir en goles esa supremacía en La Bombonera. El próximo 5 de octubre en San Pablo definirá el pasaje a la definición a la que también aspiran Inter de Porto Alegre y Fluminense, que empataron 2 a 2 en su primer encuentro.

En un primer tiempo en el que la visita solo apareció en el inicio, el conjunto de Jorge Almirón fue de menor a mayor y se fue al descanso mereciendo claramente la ventaja, por iniciativa y situaciones en las que careció de puntería.

Después del primer intento desviado de Artur, Edinson Cavani abrió y cerró el período de chances Xeneizes con cabezazos desviados, Weverton intervino ante Cristian Medina y Miguel Merentiel tuvo dos, una que rozó tras un centro de Valentín Barco y se fue a centímetros del palo y otra que le frustró el arquero. El Xeneize era más gracias al empuje de Luis Advíncula y el Colo por ambas bandas y Merentiel y Cavani encendidos, ante un adversario muy tibio.

El complemento inició igual que su antecesor. Amenazó primero la visita con un tiro de Raphael Veiga sin puntería y después fue todo de Boca, con un gol anulado a Merentiel después de que Frank Fabra exigiera a Weverton y otra chance clarísima en la que Cavani no pudo empujar tras un rebote del arquero, señala TyC Sports.

Almirón comenzó luego a mover el banco con intenciones de encontrar esa puntada final tan esquiva. En esa renovación, perdió a su figura el Colo Barco -seguramente, en su límite físico- en un cambio cuestionado con silbidos y ganó la experiencia de Darío Benedetto. Pero los minutos transcurrieron sin novedades en el marcador, el anfitrión ya no fue tan punzante y el cero fue un hecho que no reflejó la supremacía argentina. En Brasil, entonces, se escribirá otra historia.

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