
El Guapo se impuso 2 a 1, luego de haber empezado en desventaja en el Ducó.
Barracas Central le ganó a Colón de Santa Fe por 2 a 1 en el estadio Tomás Ducó por la Zona A de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol y lo complicó en la lucha por la permanencia en Primera División. El Sabalero ganaba con gol de Tomás Galván, pero el Guapo lo dio vuelta con tantos de Alexis Domínguez y Carlos Arce.
El espectáculo se disputó en el coqueto Palacio Ducó, debido a que El Guapo está realizando reformas en el estadio Claudio Tapia. Y la escasez de público favoreció al combinado liderado por Néstor Gorosito. Sin la presión que podría haber bajado desde las tribunas, los de Pipo se encargaron de lastimar a su rival con las sociedades compuestas por Damián Batallini, Rubén Botta, Eric Meza, Favio Álvarez y Ramón Wanchope Ábila. Así, antes de llegar al primer cuarto de hora, Tomás Galván quedó mano a mano frente a Andrés Desabato y después de una serie de rebotes festejó el 1 a 0. Con una fortuna similar a la que gozó Salomón Rondón en sus últimas dos presentaciones con la camiseta de River, el volante de Colón convirtió gracias a una carambola.
Sin embargo, el Sabalero perdonó demasiado. Y la mínima ventaja no fue suficiente para marcar la superioridad en territorio porteño. Un contragolpe perfecto desperdiciado por el ex delantero de Boca, debido a su glotonería, dejó al dueño de casa con vida. El arquero supo reaccionar a tiempo para evitar la segunda conquista del conjunto de Gorosito. Y los del Huevo Rondina capitalizaron el envión anímico.
Las combinaciones por el sector derecho interpretadas por Iván Tapia, Mauro Peinipil y Facundo Mater derivó en un centro picante que encontró la cabeza del entrerriano Brian Calderara, quien después de ganarle el duelo individual a Meza abasteció a Alexis Domínguez. A pesar del ángulo incómodo en el que recibió, el delantero resolvió con categoría y selló el 1 a 1 ante los esfuerzos de Ignacio Chiccó.
No conforme con la repartición de puntos, Barracas Central apeló al laboratorio de Rondina para revertir la historia en la tierra de Ringo Bonavena. Fue mediante una pelota parada ejecutada por Insúa, que Nicolás Capraro trianguló con Carlos Arce, para que el volante improvise una volea magnífica y la cuelgue del ángulo. Un golazo con el sello del entrenador que se caracteriza por agrandar a los equipos más chicos. La euforia de un lado, se contrapuso con la desilusión del otro. Y en Santa Fe comenzó a olerse el aroma a fin de ciclo, señala Infobae.