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No debería sorprender, pero sorprende

cosechadoras

Destacan la labor del exfiscal de la causa.

Por José Carlos Elinson (*)

La noticia dice que apelaron el sobreseimiento en la causa de las “cosechadoras truchas”. Para muchos pasaba automáticamente a material de archivo y había que inscribirla en la lista de las causas perdidas, pero hubo un fiscal, se llama Pablo Zoff, que tuvo a bien detenerse sobre el dictamen de sobreseimiento dictado cinco días atrás por el juez Carlos Ríos que beneficia a todos los participantes del montaje de lo que quedó en la memoria colectiva como la causa de las “cosechadoras truchas”.

Sería ocioso volver sobre los detalles de la artimaña que ha tenido suficiente difusión y este medio en particular le ha dedicado espacios.

En esta oportunidad queremos ocuparnos de la gestión del fiscal Zoff que en rigor de verdad no hizo más que lo que su responsabilidad le exige, pero sabemos que este no es un argumento a tener demasiado en cuenta en el extraño álgebra de personajes y situaciones con que solemos darnos de bruces en ámbitos judiciales.

Se ha dicho suficientemente que no son los cargos los que honran a los hombres, sino los hombres los que enaltecen a los cargos. La gestión del fiscal Pablo Zoff en este agravio es un buen ejemplo de ello.

En un país donde la impunidad protege e inmuniza a los asesinos de fiscales, que un fiscal se pare frente al establishment y dé por tierra con un sobreseimiento plagado de dudas y escaso de certezas, habla del buen camino por el que el doctor Pablo Zoff transita su carrera judicial.

Ahora, sería de esperar que los diligenciamientos y demás trámites de la burocracia tribunalicia, no le demanden a los entrerrianos otros ocho años de agotadora paciencia.

(*) Especial para ANALISIS.

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