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Fantasmas de la Inquisición

Tras la convocatoria a realizar una quema de libros de Sarlo.

Por Beatriz Arbasetti (*)

En el fragoroso vértigo con que se suceden las noticias durante estos últimos tiempos, conocimos ayer las declaraciones de la Sra. Beatriz Sarlo en sede judicial, a propósito de las tan meneadas vacunas para el Covid-19. A diferencia del relato del primer vacunado VIP favorecido por la “amistad”, la ensayista y crítica literaria tuvo el coraje de contar su experiencia con la invitación recibida.

Fue clara su negativa por considerar impropio el abuso de su nombre y prestigio académico para usufructuar este beneficio, a pesar de que su edad amerita la vacunación. El camino era otro, el de la moral cívica .

Los hijos de la UBA hemos cursado en nuestras carreras Ética como materia del plan de estudios. Sin embargo, lo que aquí se demostró fue la ética de las convicciones, la que se sabe desde la cuna y se practica en todos los ámbitos y etapas de la vida. Como buena docente, Sarlo dio el ejemplo en su respuesta.

No obstante las lamentables explicaciones, carentes de todo respeto, de los responsables de la “selección de notables” para la propaganda política – el Gobernador y su esposa ex-discípula de Sarlo-, hubo quienes redoblaron la apuesta.

La Sra. Di Gioia y su librería Kokoro anunciaron la quema de libros de Sarlo. Fue la Inquisición siempre agazapada, que vuelve en épocas de autoritarismo e injusticias.

Muchos tenemos memoria trágica de episodios de este tipo ocurridos durante el Proceso, incluso en Paraná. Fueron manifestaciones fascistas que trajeron sangre... Síntomas de barbarie, hoy se repiten entre los necios sin argumentos.

Quedarán en el curriculum de la Dra. Quereihlac sus palabras acerca de la actuación de Sarlo: ”Cacarear  mentiras para sobreactuar honestidad”. Ella no estudió Ética ni la tiene. Debería inspirarse en el modelo de vida de su Profesora.

(*) Especial para ANÁLISIS

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