
La pandemia “era lo que le faltaba a mi generación, pasamos por todas las peripecias y sólo nos faltaba esto", afirmó Parente.
El ex convencional constituyente y ex legislador, Rodolfo Parente, analizó la realidad de distintos ámbitos frente a la pandemia de coronavirus y el aislamiento social obligatorio que rige en el país.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Parente definió que la pandemia “era lo que le faltaba a mi generación, pasamos por todas las peripecias y nos faltaba una pandemia”. En lo personal contó que aprovecha este tiempo “para leer y seguir analizando, tratando de ponerme al día” y agregó: “No hay demasiado rigor en las noticias así que trato de verlas superficialmente”
Además, consideró que “esto va a significar un avance en la utilización de la tecnología en las relaciones humanas, especialmente en las profesiones” y mencionó que “había sectores que eran bastante refractarios a la comunicación virtual y ahora se vio un aluvión de gente que quiere participar por estos medios, y en la provincia se está comenzando a incursionar en los escritos en forma virtual y eso es bueno porque agiliza el funcionamiento penal”.
Asimismo, valoró “como positivo, que haya un cierto diálogo entre el gobierno central y los gobernadores, aunque desconozco que está pasando en Entre Ríos con los intendentes” y en otro orden, advirtió que “en Argentina será un duro golpe para la economía, si no lo está siendo ya, por lo que la salida será bastante complicada y habrá sectores que tendrán que resignar muchos de sus reclamos y apreciar lo que significa la negociación a la baja en algunos aspectos, porque es imposible que un empresario que ha estado comprimido por tres meses pueda salir a competir de la noche a la mañana en estas condiciones”.
Aseveró que “esto incluye también a quienes están en la política y la Justicia, donde se impone que haya un gesto de desprendimiento en relación a los ingresos que son claramente diferentes a los del resto de la población”.
Consultado por el accionar del hombre político en este contexto, Parente sostuvo que “quien hace política debe tener templanza y prudencia que a veces faltan” y ejemplificó: “Nuestro ministro de Salud aventuró declaraciones al inicio de la pandemia que dieron la sensación de que estábamos al margen de la humanidad y cuando nos tocó por suerte estábamos en un avance en lo que refiere a las medidas de prevención; la vicepresidenta pretende que el Senado funcione virtualmente para aprobar el proyecto del impuesto a las grandes fortunas, que es una de las medidas audaces que no tiene la templanza que debería tener y sí tiene un gran oportunismo político”.
En otro orden, en cuanto a las libertades de gran cantidad de detenidos consideró “que hay un tremendo problema de atraso respecto de la situación de la cárceles, que tienen una carencia en todo sentido y era lógico que se produjera lo que se produjo”.
“Era la crónica de un motín anunciado, porque además se produce lo que se llama el efecto demostración, si se lo libera a (Amado) Boudou, a (Ricardo) Jaime, a (Julio) De Vido, y al tipo que robó o intentó robar con un arma de juguete lo tienen preso con un proceso sin avance, se provoca la peste de la desigualdad dentro del ámbito carcelario. Ante esto se toman medidas “esquizofrénicas” que es acelerar algunas liberaciones sin tomar demasiadas medidas, sin medir los antecedentes de quienes se liberan y sin imaginar otras soluciones que se podrían adoptar respecto de esta gente”, analizó.
Como posible propuesta, dijo que “en el país hay bases aéreas y regimientos que están vacíos y que poniéndolos en condiciones se podría trasladar algunos detenidos para desaguar el amontonamiento que hay en las cárceles como las de Devoto”.
Aseveró que “son situaciones que podrían haberse evitado y que van a generar motines en todo el país: por ese efecto demostración y por las condiciones en que se encuentran los establecimientos carcelarios que son paupérrimas”. En ese sentido, afirmó que “el caso más complicado es el de los presos sin condena, de los procesados, donde hay procesos eternos y las personas permanecen dos o tres años sin condena en la cárcel y están en un estado permanente de exaltación e incertidumbre y es natural la forma en que han reaccionado”.
Como reflexión final, Parente aseguró que “en épocas de crisis afloran los mejores sentimientos pero también las peores lacras de la sociedad y hay que tener la suficiente entereza para superarlas”.