
“La responsabilidad individual será lo único que nos va a permitir tener una Navidad que se acerque más o menos a lo que pensábamos junto a la familia, de otra manera se van a volver a disparar los números”, advirtió Strassera.
El ex legislador provincial y médico de Concordia, Héctor Strassera, reflexionó respecto del relajamiento social que se ve en las últimas semanas, especialmente entre gente joven, a pesar de la continuidad de la pandemia.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Strassera afirmó que en Concordia “si bien tenemos un número bajo de ocupación de camas y aún tenemos los controles en los ingresos, hay una actividad cuasi normal en la ciudad” y destacó que “hay 15.000 personas que salen todos los días a trabajar a la cosecha y a los galpones de arándanos”.
Marcó que hay “un descontrol social y de irresponsabilidad de gran cantidad de jóvenes adultos” y en contraposición mencionó que “la responsabilidad individual será lo único que nos va a permitir tener una Navidad que se acerque más o menos a lo que pensábamos junto a la familia, en burbujas o grupos pequeños, pero de otra manera se van a volver a disparar los números”.
“No se puede poner un policía al lado de cada persona, el cuidado tiene que venir de la conciencia social y colectiva de las personas, porque los jóvenes piensan que no pasa nada pero les va a pasar a sus padres y sus abuelos si se contagian. Si no entendemos que la distancia social, que el uso del tapaboca para restringir el contagio, el uso de alcohol en gel para la limpieza de las manos, no hay otra manera”, analizó.
Reflexionó que “hay que mirar que al mundo le está faltando una vacuna y el caos que esa falta puede producir en el mundo” y mencionó que “esto también se ve en otros lugares, como Londres, Suecia, París”.
Ante eso, marcó que “con esta enfermedad no hay inmunidad de rebaño, no sé cuántos muertos más debe haber para que se genere la conciencia” y ejemplificó que “en la ciudad de Concordia los fines de semana se han desactivado muchísimas fiestas clandestinas, que se convocan a través de redes sociales”.
“Hay una situación de una gravedad inusitada en el mundo donde no hay otro método para luchar más que el distanciamiento”, reiteró.
“Si no entienden el contexto en el que estamos, y el agotamiento de los médicos en los hospitales y de las personas en los controles, habrá que ver qué otras medidas se pueden tomar ante la inconducta, pero allí la estructura y el andamiaje de la justicia tiene que salvaguardar a la sociedad que cumple, ante una situación que es imposible de controlar de otra forma”, concluyó.