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Permayú: “Volver a la restricción total sería el crack definitivo para la actividad”

Hugo Permayú

Permayú reclamó “que se terminen de una vez por todas con esas fiestas nocturnas que nadie puede controlar y que son las que más daño hacen”.

El secretario General del Sindicato de Hoteleros y Gastronómicos de Entre Ríos, Hugo Permayú, se refirió a la preocupación reinante en el sector ante la posibilidad de que las autoridades dispongan restricciones ante el avance de la pandemia y reclamó “que se terminen de una vez por todas con esas fiestas nocturnas que nadie puede controlar y que son las que más daño hacen”.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Permayú afirmó que tanto una restricción total como una restricción nocturna de algunas horas “nos hacen daño tremendo: volver a la restricción total sería el crack definitivo para la actividad y la reducción horaria en un momento en que apenas nos estábamos recuperando todo lo perdido después de un año también le hace un gran daño a los empresarios y a los trabajadores”.

“Entendemos que no hay un gran margen del Estado nacional para poder mantener aquella ayuda que se le daba a los trabajadores que no cumplían sus tareas; eso no está garantizado en absoluto y eso también es nuestra preocupación”, agregó.

Consideró que “restringir la actividad a las 22 nos saca un turno, porque en ese caso a las 21 hay que estar cerrando, nos quita el turno de la cena que es justamente el que más trabaja en nuestra ciudad; con lo cual sería dar un paso gigante hacia atrás”.

“Nuestra actividad cumple absolutamente con todos los protocolos, se cuida no solo al trabajador sino también a los visitantes, y deberíamos pedir –tanto a las autoridades provinciales como municipales- que se haga un control estricto, que aquel que no cumple sea sancionado y que se terminen de una vez por todas con esas fiestas nocturnas que nadie puede controlar y que son las que más daño hacen”, reclamó.

Sobre las fiestas no autorizadas, el dirigente lamentó que “no se castiga al que infringió toda norma, toda regla y lamentablemente las consecuencias las pagamos nosotros” y consideró que “si esto se hubiese controlado desde un principio no hubiese acontecido lo que está pasando”. Como ejemplo, mencionó que “hubo mucho turismo en Semana Santa y sin embargo no hubo un control irrestricto sobre aquellos que no cumplían los parámetros ordenados. Es como cazar dentro de un zoológico, las fiestas clandestinas siguen y los que cumplimos con todo somos los más afectados”.

En ese marco, reiteró que “el problema es el descontrol y que las autoridades no puedan ponerle fin a ese descontrol”.

Consultado por la realidad económica del sector, comentó que “si bien la actividad es muy dinámica, cierra y abre comercios todo el tiempo, en una pandemia que hayan inaugurado dos o tres establecimientos nuevos es una novedad, pero sin ningún lugar a dudas que la gente se  volcó a los establecimientos desde un principio porque sentía cuidada”.

No obstante, planteó que “la informalidad ha crecido desmesuradamente, los controles no se hacen en la forma en que deberían hacerse, y en algunos casos la pandemia ha sido un plus para que empresarios inescrupulosos se abusaran. Lamentablemente hay personas que se abusan de esta realidad y trabajadores que ante la necesidad de trabajar soportan situaciones que no soportaban en otro momento”.

Finalmente, sostuvo que no hubo contactos con autoridades para saber las medidas a adoptar y afirmó: “Estamos esperando qué ocurre hoy, porque esto es todo incertidumbre. Estamos asustados, no vemos una luz al final del camino y esto se complica cada vez más. En el casino tenemos desde noviembre la problemática de que se habilitó solo una parte con el 25 o 30% de los trabajadores y eso va a volver para atrás lamentablemente, por eso estamos esperando qué acontece para comunicarnos rápidamente con autoridades provinciales y municipales para ver cómo seguimos”.  

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