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Cogno: “Es necesario trasladar la demanda de la escuela para construir política pública”

La candidata a vocal gremial en el Consejo General de Educación (CGE) por la lista Marcha Blanca, Susana Cogno, valoró la instancia eleccionaria del 15 de diciembre y marcó la importancia del cargo que se elige. También refirió a la demanda salarial que mantiene la docencia.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Cogno mencionó que “el 15 de diciembre es una fecha poco frecuente para un acto de esta naturaleza, que convoca a elecciones por parte del CGE para cumplir con el mandato constitucional, de la ley de educación y del Estatuto del Docente que establece que el Consejo como cuerpo colegiado debe tener un vocal que represente a los trabajadores”.

Definió que “es una elección de los docentes en general –no de los afiliados a los sindicatos- tiene un padrón confeccionado con docentes titulares e interinos, cerca de 24.000 trabajadores que podrán elegir entre dos listas a quienes van a representar durante los próximos cuatro años a los docentes en el CGE”. Y valoró que “es una elección muy importante porque Entre Ríos es una de las pocas provincias que tiene esta característica de la representación docente; no es frecuente que los cuerpos de definición de políticas sean colegiados y para los trabajadores es un lugar clave”.

Recordó que esto “está contemplado en el Estatuto Docente que es de 1962, pero se implementa la elección de los vocales gremiales después del retorno de la democracia”.

Explicitó que “también se eligen los vocales que integran los cuerpos colegiados: el jurado de concurso y el tribunal de calificaciones y disciplina, donde hay paridad de vocales gremiales y políticos”. En contraposición, planteó que “el vocal gremial es una minoría –hay tres vocales políticos y un presidente que responden a la gestión de turno y un vocal gremial- y la importancia está en el vínculo con los trabajadores. Cuando el vocal gremial va a una discusión, si tiene a los 47.000 docentes atrás, es una diferencia sustancial en cuanto al poder de elaborar una política pública”.

En ese sentido, cuestionó que “en este momento vivenciamos un divorcio bastante importante entre lo que se elabora como política pública y los que los trabajados e instituciones estamos necesitando, y aquí ponemos en valor la estructura territorial que corresponde al debate, a la construcción política de un escenario y a dar la discusión desde un lugar de fortaleza. Eso es propio y característico de cómo AGMER, que es el sindicato mayoritario, puede trasladar su demanda desde la escuela –que es su ámbito primario de desarrollo- hacia la política educativa para construir la política pública”.

“Aquí no solo necesitamos expresar la agenda sino también poder construir una política pública, y aquí es probablemente donde se tensan las relaciones con la patronal –que son interrumpidas y tienen muchos obstáculo- y es fundamental que se escuche la voz de los trabajadores, porque estamos en un grado de malestar muy alto donde todo lo que se va programando genera muchísimo conflicto en las escuelas, que deben estar abocadas a atender lo que es realmente importante”, describió.

Consultada por la convocatoria del gobierno provincial a los gremios estatales, la dirigente confirmó que los sindicatos docentes “no hemos sido convocados”. “Estimamos por los anuncios que el gobierno ha dado, aunque no ha respondido nuestra demanda, que nos van a convocar. De todas maneras es fundamental que lo haga pero tenemos muy en claro que la desvalorización de nuestro salario también implica una definición política de acercar al proceso una suma de dinero que nos permita garantizar llegar a la canasta básica. Eso debe ser en forma general, no a través de un bono o alguna dádiva que se pueda entregar para las fiestas de fin de año sino de una discusión salarial en serio”, sentenció.

Destacó en ese marco: “Nosotros discutimos salarios con los gobiernos desde una postura que implica un acto de responsabilidad para el conjunto, porque como trabajadores estamos pasando muchísimas necesidades, al salario inicial le falta un 25% para poder cubrir las necesidades cotidianas  y eso es la imposibilidad de garantizar lo mínimo indispensable”.

“Ante esto, esperamos que el gobierno nos llame con responsabilidad a discutir, sobre todo porque el proceso que vivimos no se termina ni cierra con el año escolar. Terminamos lo que tiene que ver con lo pedagógico, con el funcionamiento de las instituciones pero en los primeros días de enero estamos nuevamente abriendo las escuelas, garantizando los comedores, en febrero ya se recibe a los estudiantes, así que hay que poner voluntad para evitar que se interrumpa nuevamente el inicio normal del ciclo lectivo”, planteó.

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