
“Las declaraciones son desafortunadas y el problema no es que lo haya dicho una ministra, sino alguien que es economista, quien debe saber que las cuentas del turismo tiene un montón de variantes”, señaló el vicepresidente segundo de la Cámara Entrerriana de Turismo, Sebastián Bel, tras las declaraciones de la ministra de Economía Silvina Batakis.
“Cuando uno hace compras en el exterior y esos dólares son los que deberían haber ido al sector productivo, estamos dañando el futuro de todos los argentinos”, había dicho la funcionaria durante una entrevista por TN. Para la titular del Palacio de Hacienda, “el derecho a viajar colisiona, o tensiona, con el derecho a la generación de puestos de trabajo”.
“Todas las personas tienen derecho a vacaciones -que son un derecho de un gobierno peronista- pero tenemos que administrar las reservas para que el país crezca. Vamos a tomar todas esas medidas para que esas reservas se vuelquen a los sectores productivos”, agregó.
“Tenemos un Mundial en el medio y eso demanda muchas divisas del Banco Central. Es atendible la gente que tiene posibilidades de ir al exterior, pero es más atendible generar puestos de trabajo, que después generan ingresos para otro eslabón de la candena”.
“Los viajeros tienen otros gastos además de la compra de los servicios turísticos cuando salen al mundo, y esos gastos deben hacerse en dólares”, enfatizó.
En ese sentido, Bel explicó en diálogo con El Entre Ríos: “Para que un país esté conectado necesitamos de extranjeros que lleguen y de argentinos que vayan. Ninguna aerolínea internacional va a venir a traer extranjeros sin un ida y vuelta. Esto es necesario para estar conectados con el mundo”.
“La ministra cuestiona la cuenta de turismo, donde se analiza lo que sale por transferencia, por tarjetas de débito y de crédito. Pero en más del 50 por ciento, esos dólares que se pagan en servicios o productos es por otras cosas no relacionadas al turismo, como Netflix, Zoom, Spotify, juegos electrónicos. Alguien que compra un producto desde Argentina a través de las plataformas, lo suman como turismo cuando lo estamos consumiendo acá. Por eso dicen la balanza comercial de turismo da negativo”.
Y agrega: “Cuando el turista extranjero llega a Argentina, si compra con tarjeta de débito o crédito, se le toma el dólar a 125-130 pesos. Pero saben que si lo cambian en un lugar informal le van a dar más de 200 pesos. Tenemos un dólar distorsionado: hay un oficial, un blue, un mep. Por eso cuando un uruguayo ingresa a Colón, Gualeguaychú o Concordia va a comprar en efectivo, porque si lo hace con tarjeta se lo pasan a 130 pesos, y no le conviene”.
Un círculo virtuoso y una actividad democrática
Para el vicepresidente segundo de la CET, “que el derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo es una absoluta falacia”.
“Cuando vendemos un pasaje a un argentino para viajar al exterior, da trabajo a la agencia de viajes, contrata un seguro y luego un transfer hasta el aeropuerto, donde lo atiende una persona que le hace el chek-in y le sube las valijas, consume algo. Una persona que viaja genera todo esto y paga los servicios en el exterior”, indica.
Por otra parte, “más del 50 por ciento de un ticket aéreo son impuestos, que quedan en las arcas de la Nación. Y el pasajero paga el 65 por ciento más, o sea que ya tenemos un impuesto sobre el dólar”.
En cuanto a los argentinos que viajan al exterior, Sebastián Bel señala: “No solo lo hacen por ocio, sino por salud, deporte, visitar a un familiar”.
“Hay un mensaje de que viajar es para pocos o solo para ricos, y no es así. Nos preocupa que un economista tenga ese pensamiento y desconozca estas cosas”.
“Están preocupados por los dólares que van a salir por el mundial, pero detrás hay negocios que venden televisores. Echarle la culpa al que puede viajar es injusto; también lo es para las más 5 mil agencias del país que vivimos de esto dignamente”.
“Esto es una gran matriz productiva de servicios. Mientras unos disfrutan, otros están trabajando. Es un círculo virtuoso y una actividad democrática y transversal, porque después de un fin de semana largo no solo el hotelero y el gastronómico están contentos, sino también el comerciante, el taxista, el remisero, el agente de viajes, el guía de turismo, porque dejó recursos en su ciudad y en su país”.
“Nos preocupa que una economista no entienda la balanza del turismo y haga estas declaraciones a poco tiempo de asumir, después de un año y medio de estar parados”.