
Este año, la justicia anuló la resolución 888 del gobierno entrerriano que habilitaba la temporada de caza menor de animales autóctonos de nuestra provincia.
Fue luego que cuatro organizaciones socioambientales, solicitaran un amparo para abolir la polémica normativa que habilitaba la matanza de perdices, liebres y cinco especies de patos en el período del 19 de mayo al 27 de agosto del 2023.
Dichas ONG argumentaron que los estudios realizados para justificar la apertura de temporada de caza menor “son sesgados, insuficientes, contienen muchas inconsistencias técnicas y en ningún momento recomiendan especies para ser cazadas ni su cantidad”.
Pese a dicha prohibición, “en los cotos se siguió cazando”, explicó al programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) Gabriel Bonomi, titular del Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (CEYDAS).
“Así quedó confirmado hace pocos días, cuando en un procedimiento, la Prefectura y personal de Fiscalización de Entre Ríos se detuvo a cinco estadounidenses junto a un grupo de guías entrerrianos quienes habían cazado 86 ejemplares de especies autóctonas y protegidas por ley”, sostuvo Bonomi.
ientos de miles
“El gran problema de la caza furtiva se da en los cotos habilitados, ya que allí se produce la enorme matanza de aves. Y no digo miles, sino ciento de miles. El único estudio realizado sobre los cotos de caza es de 1992. Es increíble que no exista algo actualizado. Aquel estudio lo hizo María Elena Sacanini. En aquella investigación, solamente en los cotos se cazaron medio millón de patos en una temporada de tres meses. Ese número sirve para entender la gran matanza que se hace en nuestra provincia, algo que la gente ignora y que el gobierno conoce, pero no hace nada”, explicó Bonomi.
Especies autóctonas
Para el ambientalista, “hay que entender que hay un gran lobby y presión de la Cámara Argentina de Turismo Cinegético (que congrega a los cotos de caza) y que presiona a los gobiernos provinciales para que se siga habilitando la caza de especies autóctonas”.
“Lo que hoy se está afectando son especies autóctonas. No estamos hablando de especies exóticas. No son abundantes, no son plagas. La ley provincial 4841 tiene un listado de cuatro o cinco especies que considera plagas. Pero hay especies de patos que no están incluidas. Fundamentalmente, lo que se caza son especie de patos. Y los cotos no respetan nada, ya que cazan absolutamente de todo. Es un negocio millonario, donde cada excursión cuesta entre 3 y 4 mil dólares. Y teniendo en cuenta todo esto, el guía no le va a estar diciendo al cazador ‘por favor, no mates aquel pato que está entre la bandada de otros 25 patos, ya que ese está prohibido’ Obviamente que lo cazan igualmente. En los cotos se caza de todo y no se respeta nada”, sentenció Bonomi.
Muchos de los cazadores extranjeros que llegan a Entre Ríos provienen de Estados Unidos y Europa. Básicamente, lo hacen porque aquí se permite cazar especies que en otros países están prohibidos. Somos uno de los mejores lugares de Sudamérica para cazar patos. Primero, porque hay cantidad y variedad. Pero también, porque la legislación entrerriana y santafesina es muy permisiva. En general, los cazadores extranjeros porque en sus países de origen tienen restricciones y no pueden cazar especies autóctonas. Y aquí les permitimos absolutamente todo.
La voz oficial
Juan Mansur, director General de Fiscalización provincial (organismo encargado de las autorizaciones y habilitaciones de caza y pesca), explicó a CdF que los controles se realizan sobre las empresas de turismo aventura que realizan la caza menor.
Dichas firmas están habilitadas durante todo el año para la caza de palomas y loros (especies consideradas como plagas). “Además, cuando la Dirección de Recursos Naturales habilita la temporada de caza menor (pato y perdiz), algunas de esas empresas también lo realizan”.
El funcionario explicó que, este año, los controles consistieron en una inspección a los establecimientos rurales donde se desarrolla la actividad. Allí se constata que se cumplimente la cantidad habilitada de caza, posibles infracciones, municiones utilizadas, documentación, entre otras.
En dichas inspecciones no se verificaron este año contravenciones a la legislación. Sin embargo, hubo un procedimiento hace poco más de tres semanas donde se constató que un operador (con licencia para turismo aventura) realizaba la caza a mansalva de especies no permitidas (patos protegidos), en fecha no permitida y armamento sin documentación pertinente. “Se realizó el acta correspondiente y vamos a llevar adelante una sanción ejemplificadora según la legislación vigente”, explicó.
El caso al cual hace referencia es el ocurrido en la zona rural de la localidad de Ceibas, donde se constató que una empresa de turismo aventura realizaba la actividad de caza menor infringiendo varias resoluciones y normativas. Por dicho caso están imputados cuatro entrerrianos que guiaban a una delegación de estadounidenses.
Según reconoció Mansur, la normativa es muy antigua, lo que requiere una actualización urgente para tener mayores herramientas jurídicas al momento de realizar los controles y establecer los límites.
Finalmente, el funcionario explicó que hasta hace algunos años, la temporada de caza menor (pato y perdiz) se autorizaba por territorio, que coincidía básicamente por Departamentos. Este año, el gran cambio fue que “con un sentido ambiental y proteccionista”, que se reduzca ese territorio. Ahora sólo se permite la caza menor en los campos pertenecientes a las empresas de turismo aventura. Para llevarlo a cifras, antes se permitía la caza menor en el 40 por ciento de la provincia. Y hoy se redujo al 1 por ciento de todo el territorio entrerriano.
Algunos números
Cantidad de cazadores en categoría:
- CAZA MAYOR: Licencias anuales y permisos transitorios: 3.453
- CAZA MENOR: Licencias y permisos año 2023 (loros, palomas y temporada de patos y perdiz): 1.938
Cantidad de permisos de caza menor para palomas, loros, patos y perdices durante los meses que duró la temporada: 700