Ese diario que fue
Por Ricardo Leguizamón (*) Un día, una noche, María Celeste Mendaro debía cubrir un concierto que la Orquesta Sinfónica daba en el Club Estudiantes. Ese día, esa noche, en el edificio que habitaba María Celeste Mendaro se cortó la luz, y no pudo salir: el ascensor no funcionaba. No existía google: no podía, como ahora, clickear, cortar y pegar. No