Irregularidades detectadas ponen en debate los sistemas previsionales municipales

Cajas de Pandora

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664

Jorge Riani

Créditos indebidamente otorgados, apropiación ilegal de fondos, triangulaciones en la ruta de los aportes jubilatorios de los empleados, dudosos préstamos para la organización de los corsos, son algunas de las irregularidades de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Victoria que se denunciaron en la Justicia Penal. Entre los procesados aparece el diputado provincial Juan Carlos Almada, quien construyó su poder político con los andamios del sistema previsional municipal que integran las diversas cajas municipales. En Entre Ríos hay una veintena de cajas de jubilaciones comunales, y mientras algunas están en la cuerda floja, otras gozan de dinero fresco porque vienen recibiendo los aportes sin tener el peso de los compromisos. Esto hace que en la provincia haya cajas ricas en medio de poblaciones empobrecidas. A la vez que algunas cajas municipales operan en el mercado bursátil, la Caja de Jubilaciones y Pensiones provincial debe pagar un cuarto de millón de pesos mensual por el agujero financiero que originó el éxodo de aportantes de los municipios y la permanencia de sus jubilados en la órbita provincial.

El juicio que el diputado provincial justicialista Juan Carlos de los Santos Almada (PJ-Victoria) debe afrontar -si no se da lugar al pedido de probation que presentaron sus defensores-, puede convertirse en la ventana para descubrir un paisaje de irregularidades en torno a la mayoría de las cajas de jubilaciones municipales que existen en todo el territorio entrerriano.

En Entre Ríos se conoció la existencia de casi una veintena de cajas de jubilaciones comunales, de las 23 que existen en toda la Argentina. Hoy algunas de ellas han extinguido su vida institucional para poner el sistema de jubilaciones otra vez bajo el amparo de la provincia, una vez que estalló la realidad que demostró su inviabilidad.

La fiebre de la creación de sistemas previsionales fue un fenómeno casi excluyente de esta provincia, donde las corrientes políticas municipales encontraron en la Ley 8.732 (que establece los lineamientos del sistema previsional) un fundamento para dar el paso a la independencia del sistema de jubilaciones, debido a que allí se planteaba a los municipios entrerrianos si querían crear sus propias cajas o preferían seguir en la entidad previsional provincial. Argumentos no faltaron para alimentar la decisión de emigrar con los dineros a las comunas. Entre ellas, tuvieron mayor peso aquellas que presentaban como superavitaria la ecuación del manejo previsional de sus empleados.

Gualeguay, Nogoyá, Diamante, Victoria, Colón, Federal, Concepción del Uruguay, Viale, Aranguren, San José, San Antonio, Villa Urquiza, Urdinarrain, Bovril, Sauce de Luna, Oro Verde, Villa Elisa y Villa Paranacito son algunas de las comunas que han atravesado por la experiencia de manejar sus propios sistemas de jubilaciones y pensiones. En esa lista las realidades son dispares, al punto que algunas ya han puesto el cartel de cerrado para volver al cobijo del Estado provincial hace ya algunos años.

Los primeros antecedentes de cajas municipales de Argentina también hay que buscarlos en Entre Ríos para descubrir que hacia la década del ‘40, Gualeguaychú, Gualeguay, Basavilbaso y Villa Elisa daban el primer paso para la conformación de los sistemas municipales.

(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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