Pasiones, coyuntura y malicia mientras se reacomoda el poder

Desde nuestros inicios como Nación nos atraviesan las pasiones. Propias y ajenas. Nos moldean. Es la realidad pura y dura; y de eso, no se puede huir. Intentarlo no tiene sentido. Los antagonismos, los alejamientos, son, desde los inicios, una marca que condiciona. Ánimos desordenados, intereses en pugna. Sabemos exactamente de que se trata,