Versión impresa del semanario 17/05/2012

En la actualidad, Héctor Eduardo Farías es docente y tiene un videoclub bien provisto al lado de su casa. Sin embargo, no ha dejado de ser un trabajador de la cultura y es quien puede rescatar la historia del Cine Arte Paraná, por haber sido protagonista desde sus días de fundación, esplendor y disolución. Se trató de un espacio de referencia en Paraná y en todo el país, la última expresión cineclubista que tuvo la capital entrerriana. Farías formaba parte de esa experiencia que tuvo etapas de resistencia y también de reconstrucción cultural en los primeros años de la primavera democrática de los 80, y guarda muchas anécdotas y hechos salientes de aquel tiempo. Fue un proyecto que duró hasta mitad de los 90, también combatiendo la incultura que proponía el neoliberalismo menemista que había exterminado las salas de cine. En diálogo con ANALISIS, los detalles más importantes de aquellos días vuelven en el relato de este cinéfilo de alma, testimonios que merecen un lugar de importancia en la historia colectiva de la cultura paranaense.

A casi un siglo de la Reforma Universitaria, y más de una década después de la creación de la UADER, el conflicto por su normalización pone en juego principios tan apreciables como la autonomía y el cogobierno. La crisis institucional ingresa en una etapa decisiva. Los próximos movimientos del Poder Ejecutivo dejarán ver si es real o no su voluntad democratizadora. Según algunos pronósticos, la normalización puede extenderse incluso un año más si la elección de autoridades no se concreta en el corto plazo. El oficialismo tomó nota de que el conflicto le genera algún desgaste aunque en sus declaraciones públicas el gobernador Urribarri no terminó de acertar en la caracterización del problema.

Si la Iglesia Católica pagara impuestos, sería el mejor contribuyente de Entre Ríos. El mapa eclesiástico está dividido en tres diócesis: Paraná, Concordia y Gualeguaychú, donde se asientan 118 parroquias, con 281 sacerdotes. Sin embargo, en los registros inmobiliarios, la Iglesia tiene 995 propiedades en toda la provincia. El Arzobispado de Paraná es dueño de 573 propiedades; el Obispado de Concordia, de 250, y el de Gualeguaychú de 168 inmuebles. Allí se incluyen templos, casas, terrenos, locales comerciales y campos. Uno de los campos más grandes de la Iglesia se sitúa en la zona de Crucesitas, departamento Nogoyá, donde se siembra soja. La Curia no hace la siembra directamente sino que arrienda el campo a agricultores. Los bienes de la Iglesia abarcan también vehículos. En la provincia hay 217 rodados –entre autos, combis y colectivos– para 282 curas, que también están exceptuados de pagar el correspondiente impuesto.

Pasó el chubasco. ¿Pasó, en realidad? El gobierno salió al cruce de la preocupación generada por la emisión de letras públicas, por un lado acusando a su ex líder Jorge Busti de querer incendiar la provincia. Por el otro, mandando al ministro Diego Valiero –con casi una década al frente de Economía– y al titular de Hacienda en la Cámara de Diputados, Marcelo Bisogni –que le dejó un municipio en llamas a su sucesor– a que dieran en público dos argumentos para ello: “La Constitución provincial lo prohíbe” y “Todos los convenios de financiamiento firmados desde 2004 impiden que la provincia emita cuasimoneda”. Para completar, mandó a la conducción del gremio docente a hacer las aclaraciones que, al parecer, nadie cree si el que las hace es el mismo gobierno. ¿Se puede estar tranquilos, entonces? ¿No se pagarán los sueldos en bonos en pocos meses más? Vaya a saberse. Quizás sí, quizás no. Pero si las razones esgrimidas son ésas, estamos fritos. Pasemos a analizarlas.

Con la aprobación del nuevo régimen tributario para la ciudad, el Ejecutivo municipal introdujo modificaciones en los parámetros para calcular el cobro de la Tasa General Inmobiliaria. Con este reajuste, se resolvió también que los countries paguen un adicional del 80 por ciento. Son cinco los proyectos inmobiliarios registrados a los que alcanzará la medida, y ANALISIS realizó un muestreo con los números tomando como ejemplo lotes ubicados en estos predios.

La justicia puso en la mira al actual presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, José Ángel Allende, después de lo publicado por ANALISIS, en cuanto al manejo irregular de subsidios legislativos, destinados a la Fundación Esperanza que preside su mujer y en la que él es secretario, pero también por su sorprendente crecimiento patrimonial. Un relevamiento realizado por esta revista pudo determinar que Allende está ligado -a través de sociedades con amigos y familiares, con domicilios en el exterior- al negocio financiero y bursátil; a la cría de ganado; al cultivo de cereales y a los medios de comunicación. Tendría vinculaciones con el mercado de los medicamentos, al igual que con las carreras de caballos y la construcción.

César Román, quien en 2006 efectuó la denuncia que dio lugar a la Causa Harguindeguy, estuvo en Paraná y dialogó con ANALISIS sobre el juicio, su vida y la militancia. El entrerriano radicado en Mar del Plata es un apasionado de la historia, vocación a la cual arribó por su compromiso político, y planea para cuando termine el proceso en el cual es querellante abocarse al estudio sistemático de nuestro pasado reciente, que lo tuvo como víctima y testigo en los años oscuros del terrorismo de Estado. En esta entrevista da su punto de vista sobre el peronismo, las izquierdas, la lucha armada, Montoneros, ERP, las particularidades de represión en la provincia y el cambio de paradigma que significó diciembre de 2001. También recordó a algunos de sus compañeros que ya no están: “No es una casualidad que Darío (Moren) y (Carlos Horacio) Valente hayan fallecido relativamente jóvenes. Evidentemente, son secuelas de la tortura”.

La diputada provincial María Emma Bargagna milita en el socialismo desde los 17 años. Se considera una apasionada de la política. Recuerda que sus padres la criaron “en un ámbito de trabajo, de deber y de abnegación por los valores”. Le gusta mucho viajar por la provincia y recorrer pequeños pueblos. Su lugar preferido es “en los naranjales, junto al río, en Santa Ana”.

Busti estudia y acecha los miedos del oficialismo, que no pierde oportunidad de acomodarlo dentro de la pérfida imagen de enemigo y de principal operador en las sombras, en tanto consume sus horas de desocupado político observando el torrente recorrido del majestuoso Paraná y esperando los tiempos de la profecía. Halle y Varisco, por lo pronto, descansan en paz. Berthet y Nogueira casi se matan en la ruta, mientras Bescos y Kerz ya tocaron pito y se fueron del Frente Entrerriano Federal. De un soplo, Zavallo pasó de rey a súbdito y Ana D'Ángelo de postulante a gobernadora por el GEN, a hacer aerobismo. Los lazos salvadores del urribarrismo llegaron para Daud y Aldaz. Jourdán ayuda a cocinar a sus hijos rotiseros lejos de San José y Welschen apuntó a los chanchos. Desbandados, luego de sufrir la derrota electoral del 2011, cada uno hizo lo que pudo. Por ahora, la mayoría de los dirigentes derrotados deambula sin rumbo político pero atentos a que, más temprano que tarde, habrá que salir nuevamente a dar lucha desde adentro o desde afuera, como sea.