El gobernador Sergio Urribarri está cruzado por dos frentes: por un lado, los problemas que tiene el Estado provincial, acosado por los reclamos gremiales sin resolver y la deuda que crece en el Estado. Por el otro, la exigencia de Néstor Kirchner, de que cada gobernante se ponga al frente de la lista oficialista en su territorio, así se plebiscita su gestión y se logra una victoria que para el peronismo resulta compleja, a más de dos meses de las elecciones. Urribarri no está convencido de la idea, pero “si lo tiene que hacer, lo hará”, indicaron a ANALISIS desde el gobierno. Jorge Busti marcó inmediata distancia, porque si la idea sale bien, ello puede erosionar, de alguna manera, sus pretensiones para 2011. Si Urribarri no encabeza la lista del PJ, iría un ministro de su gabinete -que sería Angel Giano o Adrián Bahl-, secundado por Graciela Bar y un intendente reconocido, como Juan Javier García (Chajarí) o Gustavo Bordet (Concordia). Tal plan terminaría de romper con la figura de Busti, ya que no se le daría ninguna participación.