Mientras médicos, enfermeros y trabajadores de hospitales entrerrianos denuncian que el sistema de salud está colapsado y que no hay camas disponibles, el ministro de Salud, Ariel de la Rosa, se muestra interesado sumar a sus negocios particulares el manejo de la clínica Agos, que en abril último cerró sus puertas en Gualeguaychú. Trabajadores y dirigentes de la ciudad del sur entrerriano denunciaron que se intentó hacer pasar a una empresa cordobesa como interesada en hacerse cargo de la clínica, pero luego descubrieron que se trataba de la gerenciadora TAC, vinculada al ministro. El titular de la cartera, Ariel De la Rosa, se negó a dar una ayuda comercial al Agos, pese a que se trata de una entidad de carácter solidario conformado por obras sociales sindicales.