Decisión tardía con alto costo político
La renuncia de Guillermo Smaldone a un cargo que no debía ejercer –no por falta de idoneidad sino por claros impedimentos legales- resultó tardía. Su dimisión tiene poco de generoso gesto en tanto surgió como producto de una situación ya insostenible. El inevitable costo político salpica a figuras muy encumbradas.



