El interés del ministro de Salud entrerriano por una clínica privada

Los negocios del doctor

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1041

Jorge Riani

Entre Ríos es una provincia donde el ministro de Salud tiene en la imaginaria o no tan imaginaria mesa de discusión del sistema de salud, una comodísima poltrona reservada para el sector privado. Esto que decimos es una alegoría, un símbolo, una metáfora. No hay sala de discusión del sistema de salud ni el sector privado tiene silla o sillón.

Lo dicho es para graficar algo que ya sí, no es metáfora: el ministro de Salud de Entre Ríos, el médico Ariel de la Rosa tiene negocios privados que se nutren de la demanda de salud de los entrerrianos.

En los últimos días, ANÁLISIS DIGITAL se hizo eco de la desesperación de médicos, enfermeros y empleados de los hospitales públicos que dijeron que “el sistema está colapsado”. En efecto, una semana antes de que salga esta revista a la calle, el sitio contó que el hospital San Martín se veía obligado a mandar a su casa a personas que llegaban con cuadros graves. Fue el caso de un hombre afectado por un ACV.

Según los testimonios recogidos quedaba claro que no hay camas, que los centros de salud de mayor complejidad derivan todo porque no hay insumos o porque algunos especialistas no acuden ante el llamado en sus guardias pasivas, o que desde el interior de la provincia mandan a los pacientes por cualquier cosa, como puede ser una apendicitis. Así no hay hospital que aguante.

Todo está mal en salud: las clínicas se niegan a recibir a viejitos que llegan con el carnet del PAMI. La única clínica que lo hacía, la España, terminó cerrando. Y la pérdida de medio centenar de camas en la capital entrerriana termina agravando el cuadro de situación.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 16 de junio de 2016)

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