Pese a la movilización ciudadana, la recomendación de revisión por parte de la Defensoría del Pueblo, el desacuerdo de los concejales opositores e, incluso, la petición del Presidente Kirchner, el Ejecutivo de la comuna paranaense parece firme en sostener el aumento generalizado de los gravámenes locales. Tras efectivizarse con las boletas del período en curso los incrementos aprobados el año pasado, numerosos vecinos promovieron acciones de resistencia y ediles del Frente Social y Nuevo Espacio presentaron proyectos para modificar la ley tributaria. En tanto, el intendente Julio Solanas (PJ), tras el vendaval, sólo anunció una merma insignificativa en las contribuciones y ratificó el rumbo ante los vecinalistas. De acuerdo a las voces críticas que se han alzado, la continuidad de una medida tan impopular solamente podría ser explicada por el incontenible y creciente déficit en las arcas de la capital provincial.