Los dueños del almanaque

Cargados de frenesís renovador e impulsados por la bruma revolucionaria de los 70, llegaron con la democracia para terminar con la vieja dirigencia política de entonces. En 1983 chocaron los planetas, por un lado estaba la generación de los Montiel, Varisco, Taffarel, Blanc, por el otro, aparecían los Busti, Godoy, Orduna, Contín, y en la cola de los cometas, una horda de dirigentes casi sin vuelo propio en su mayoría quienes terminaron colgados al saco de los próceres partidarios. Creció la democracia 28 años y hoy siguen en pie la mayoría de los ejecutores de aquella revuelta moral de 1983. La media de los políticos que ocupan los 59 cargos electivos actualmente, en Entre Ríos (Ejecutivo, legisladores nacionales y provinciales) está en los 56 años, con intendentes de más de 60 años y legisladores de más de 70. La renovación es apenas una quimera en boca de oportunistas que reciclan discursos a tono con las circunstancias. La política, en verdad, es una profesión a la que muchos llegaron para perpetuarse en su glamour.