Entre Ríos fue la provincia elegida para montar el gran escenario de la interna peronista del que abruptamente se bajó al principal actor político de los últimos años, el que lidera Jorge Busti, y se subió a quien venía siendo un actor de reparto pero de estrecha lealtad a la Presidenta, Sergio Urribarri. Todo de la mano del matrimonio Kirchner en su franca e imperiosa necesidad por rearmar las fuerzas perdidas en la crisis con el campo. Así, de cara al acto-homenaje por el 17 de octubre, aparece el peronismo fracturado. El justicialismo no tiene oposición pero que en la provincia, como en el resto del país, sufre la influencia creciente de la figura de Julio Cobos. Ha perdido la calma política porque el peronismo, a falta de una oposición cierta, estalló en su propio conflicto interno. Las encuestas de estos días arrojan “realidades” impensadas para unos meses atrás. Ahora, los números permiten visualizar concretamente parte del derrumbe kirchnerista sobre todo de la Presidenta, el porcentaje que mantiene Carlos Reutemann en la consideración social, también Elisa Carrió y la baja imagen de Eduardo Duhalde. La crisis del campo modificó el tablero político y eso está absolutamente reflejado en el humor social que reflejan las mediciones.