La peste

Julián Pasternak Las nubes del mediodía son grises, y afuera está húmedo y hace frío, y el aire de la calle parece denso, cargado de unos insectos invisibles, excitados frente a la posibilidad de la lluvia; enjambres de ácaros sobredesarrollados que mantienen alerta el sistema respiratorio de la mitad de la ciudad desde el comienzo de la sequía