Entre no más de 50 políticos, se han repartido la multiplicidad de cargo electivos que se han puedo en juego en Entre Ríos desde que retornó la democracia en 1983. Esta lectura de la historia política entrerriana moderna tiene entre sus párrafos más importantes a dos protagonistas indiscutibles, fundamentalmente, por la influencia que han ejercido sobe el tejido social de nuestra provincia como son Jorge Busti y Sergio Montiel. Sin embargo, por méritos propios o tal vez por certera habilidad, hay un lote no demasiado amplio de dirigentes que al calor del abrazo protector de sus naturales conductores han sabido construir provechosas carreras políticas. Muchos llegaron y quedaron en el camino, otros siguen en carrera y en franca mejoría y por ello las nuevas caras escasean. Estoicamente superaron el “que se vayan todo”, se aggiornaron apropiadamente y continúan jugando de titulares. La luz pone claridad entonces, a casos insólitos de diversa magnitud, a sospechados o procesados en plena actividad política como si nada sucediera, a candidatos perpetuos, a émulos de Borocotó, a quienes tuvieron el poder y lo dilapidaron. En fin, la vida misma aseguran… con la desgracia claro que en esa vida se juega a diario nada menos que el futuro de los entrerrianos.