La preocupación de monseñor

El Arzobispado de Paraná se siente cercado y acosado por las derivaciones del caso del cura abusador Justo José Ilarraz. Mientras el cardenal Estanislao Karlic optó por irse al Vaticano –todo indicaría que no regresará más a Paraná-, monseñor Juan Alberto Puíggari decidió no hablar más del tema e impartió la orden de que ningún sacerdote haga mención alguna en sus homilías. El plan es negar los hechos -tal como lo planteara de modo absurdo e irracional el abogado defensor del cura, Juan Fornerón-, apostar al olvido y contener otras denuncias que vinculen a más curas abusadores en la Diócesis de Paraná que, de hecho, existen aunque se vienen manteniendo ocultos. Pero la Justicia también les puede llegar: Karlic, Puíggari y Mario Maulión reciben sueldos de funcionarios públicos desde siempre y por ende se los puede acusar por “incumplimiento de los deberes” en tal rol.