Los instrumentos del pasado

Es, como en el tango, o como en Unamuno, el pasado que vuelve. O, quizás, el pasado que nunca se fue del todo. La administración nacional, que alardea de haber dejado atrás el paradigma neoliberal, apela a sus instrumentos para poner en aprietos las tesorerías provinciales o los derechos de activos y pasivos. Es una cosa o la otra: la caja oficial o los ingresos de trabajadores y jubilados resultarán lesionados si el oficialismo sigue amenazando con la mentada “armonización” de los sistemas jubilatorios. La “armonización” no es sino el nombre técnico de la extorsión inscripta en un proceso que, desplegado en el tiempo, cristaliza los objetivos de la política económica cavallista. El Ministerio de Economía de la Nación y la Ansés se convierten hoy en la espada que ejecuta los designios pensados hace dos décadas por la Fundación Mediterránea. En tiempos de pretendidas rupturas con lo precedente, la relación Nación-provincias expresa el costado más continuista de la experiencia kirchnerista.