Una elección por la causa del pueblo

Para Zulema Estela Schoenfeld, el renunciamiento de Evita el 31 de agosto de 1951, no tiene otra lectura que la elección entre los honores del poder y un puesto de lucha junto al pueblo. Evidentemente, lejos de las especulaciones o versiones históricas que agregan como factor de este hecho presiones sindicales, militares y por sobre todo el mal estado de salud de la primera dama, un crítico panorama que en el ámbito más íntimo era conocido y ocultado a la opinión pública.