Con toda la ilusión

Cuando a sus 12 años le daba los primeros golpes a una pelota contra el frontón nunca imaginó que iba a llegar tan alto. Primero se conformaba tan sólo con ganar los torneos locales, esos que se juegan con los amigos del barrio; después se presentó la chance de competir a niveles más altos, con lo más representativo del deporte que amaba. Por eso