El pelotaris entrerriano Francisco Ramírez se alista para el Mundial Sub 22 de Chile

Con toda la ilusión

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672

M. C.

Cuando a sus 12 años le daba los primeros golpes a una pelota contra el frontón nunca imaginó que iba a llegar tan alto. Primero se conformaba tan sólo con ganar los torneos locales, esos que se juegan con los amigos del barrio; después se presentó la chance de competir a niveles más altos, con lo más representativo del deporte que amaba. Por eso, nadie se extraña de que el pelotaris paranaense Francisco Ramírez representará a la provincia en el Mundial Sub 22 a desarrollarse en Chile desde el 22 octubre. A la cita ecuménica concurrirá acompañada de otra entrerriana, la nogoyaense Johana Zahir, una de las exponentes con más futuro dentro de la especialidad. En constante crecimiento, el deportista reconoció que nunca se hubiera imaginado semejante logro a tan temprana edad -tiene 21 años-, no obstante sus objetivos apuntan a lograr los mejores resultados en Viña del Mar.

Nacido deportivamente en las entrañas del Club Catamarca Central, Pancho confió que la preparación previa la cita ecuménica consiste en “viajar todos los fines de semana a Buenos Aires a entrenar al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo con el profesor Fernando Abadía, que es un ex campeón mundial de palita española, la otra modalidad en la cual se va a competir, aparte de la pelota a paleta”.

Justamente esa especialidad es en la que la Selección Argentina Sub 22 debe pulir más detalles, teniendo en cuenta el desconocimiento existente. Entonces, el entrenador coloca todos sus esfuerzos en mejorar la técnica de los jugadores nacionales porque, según concluye Ramírez, “esta disciplina es muy diferente a la pelota a paleta, es más física; la paleta utilizada es más chica pero de mayor grosor y la pelota es diferente, es de goma pero forrada con cuero, cocida a mano, un poco más grande, se desplaza a mayor velocidad y no tiene el mismo pique la pelota de goma utilizada en pelota a paleta. Nos debemos adaptar a la variación en el pique”, consideró.

Otra de las complicaciones que deben afrontar los pelotaris albicelestes es el escaso tiempo que tienen para entrenar en conjunto, lo que dificulta las estrategias a encarar durante los juegos en el país trasandino. El motivo radica en las ocupaciones de cada uno de los integrantes: “Yo tengo facultad, mis compañeros de Buenos Aires también. Me conseguí una pelota y una paleta de palita española y practico en mi club. No es lo mismo, pero debo agradecer la oportunidad que me dio el presidente del Club Catamarca Central, ya que se necesita un frontón diferente para jugar esa modalidad; el frontón tiene que ser de mármol y en pelota a paleta jugamos con una pared común, por lo que la bocha de palita española lo rompe, lo desgasta, lo descascara”, añadió, sin olvidarse de la solidaridad de los socios de la entidad a la cual representa, que “juntaron firmas” con el propósito de dejarlo entrenar.

La delegación nacional estará integrada por los siguientes exponentes: Francisco Ramírez, de Paraná; Sebastián Enchausti y Emiliano Narváez, de Buenos Aires, y Ariel Basualdo y Darío Cedrés, de Chubut.

“No tengo una pareja definida: el equipo es de cuatro en pelota a paleta y cuatro para palita española. Como somos seis jugadores, cuatro integrarán el combinado de palita. En tanto, de ese mismo plantel, dos se van a repetir para completar el conjunto de pelota a paleta”, explicó el paranaense.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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