“Desde que puedo respirar todo lo demás es un detalle”

Fátima corre, respira a pulmón completo, se ríe, baila en el carnaval, ama la vida y mira siempre el cielo. Fátima Heinze estuvo varias veces al borde de la muerte, pero un trasplante bipulmonar la llenó de vida y de esperanza. Hoy se dedica a ayudar a quienes están en lista de espera y a agradecer a su ángel donante.