Tan diferentes, tan parecidos

El peronismo despeja sus diferencias al momento de gobernar. Como se podía prever, hasta los más críticos del oficialismo terminaron levantando la mano para aprobar, sólo con modificaciones ligeras, el presupuesto del urribarrismo. La llamada ley de leyes expresa el posibilismo al que el actual estado de cosas condena a las provincias. Algunas voluntades de los disidentes, incluso de quienes en voz baja o a los gritos prometían rebeldías, fueron doblegadas con promesas de obra pública en sus territorios de origen. Así, un esquema de gastos que algunos legisladores consideraban inconveniente, terminó habilitado merced a procedimientos similares a los que emplea el centralismo de Buenos Aires. También en otro de los temas de la semana política, la polémica insinuada y luego suavizada entre el gobernador y un miembro del Superior Tribunal de Justicia, se advierte que los desacuerdos son superficiales y no guardan relación con la raíz de los problemas.