La provincia de Entre Ríos está a las puertas de una nueva elección. Sólo 10 días restan para saber quién será el sucesor de Jorge Busti y quiénes sucederán a todos los intendentes comunales y legisladores provinciales. Para más adelante en el tiempo quedará entonces la renovación de los legisladores nacionales por nuestra provincia junto a la elección de Presidente. Veinticuatro años han pasado desde aquel grito renovador de esperanzas que fue el 30 de octubre de 1983 con el retorno de los argentinos a las urnas. La siembra y cosecha de sangre y barbarie que dejó a su paso la dictadura militar, dio a luz a un nuevo capítulo democrático en nuestro país. Desde Alfonsín hasta Kirchner, desde Montiel hasta Busti y desde Humberto Varisco hasta Solanas, 12 convocatorias electorales han consolidado un rumbo institucional democrático que evidentemente no han tenido su correlato con las demandas que la sociedad argentina aún reclama como deuda pendiente. En casi dos décadas y media, la vida cambió, la sociedad cambió, el país cambió, el mundo cambió, pero lo escrito, escrito está. La historia no cambia, aseguró alguien, pero sí se puede contar como uno quiera. Historia y memoria van de la mano. Tan estrechamente abrazadas entre sí que difícil será comprender el camino a recorrer hacia delante, si los trazos de la historia no sirven aún para superar los errores que mantienen a una sociedad partida al medio por diferencias irreconciliables. Para muestra basta Entre Ríos.