Al scelzismo nadie lo presiona

“A mí nadie me va a presionar con un paro porque haya elecciones”, había dicho Marcelo Bisogni, y cumplió su palabra. Hizo caso omiso al reclamos de los municipales uruguayenses, decidió no dialogar más y finalmente recurrió a una conciliación obligatoria pese a haber afirmado en todos los medios que el paro no tenía eco y todos los servicios