Estudiar, trabajar y ser subcampeona del mundo

Tiene una historia de vida muy particular, que se realza a partir del logro que acaba de conseguir. Practica un deporte poco difundido y que en Argentina no tiene apoyo. No por nada, tuvo que vender lácteos para poder reunir el dinero y así viajar al Mundial, en Colombia, donde se adjudicó el segundo lugar. La humildad de una chica que ama lo que hace. “Me considero una patinadora sin talento, pero a base de esfuerzo logré llegar bien alto. Mi fuerte es el esfuerzo. Se trata de entrenar todos los días; es la dedicación y las ganas de superarme”, dijo.