Una muerte y miles de viudas

La sorpresiva muerte de Néstor Kirchner logró lo imposible: cerrar la boca de la oposición y desorientarla en un primer momento. Por el contrario, el oficialismo reaccionó rápidamente: salió a tomar la calle para evitar el desbande de la tropa, y lo consiguió. El efecto duelo duró más en los opositores que en la propia familia K. Pegarle a la