Los secretos del Zar

Las PASO que vienen son un verdadero afano para los entrerrianos. El peronismo oficial y sus expresiones disidentes, el radicalismo y la Nueva Izquierda ya resolvieron todo a dedo. Sólo el FAP, con pocas posibilidades de éxito, quedó navegando dentro de las primarias obligatorias de agosto. El monasterio K sigue en calma: Urribarri, un montielista a la hora de acumular y centralizar poder, y un filántropo a la hora de repartir, fusiló la candidatura del jefe del clan Cresto que se calmó por temor a perder la pyme familiar; se sacó a Lauritto de encima y solucionó el problema con Graciela Bar. También dejó flotando la posibilidad de que la candidatura de Kunath sea testimonial, cumplió fielmente con las agrupaciones K y dejó la postulación de su hijo Mauro para otra oportunidad, porque no medía. Finalmente, y previendo que el efecto arrastre pudiese impactar en la provincia, promovió su propia postulación para garantizar confianza a un plantel escuálido de votos propios.