Garzón y las tramoyas del poder

Baltasar Garzón Real está a punto de ser sometido a juicio por prevaricato. Si es declarado culpable la pena consistirá en multa que dolerá en su patrimonio e inhabilitación por largo tiempo que pesará en su alma. El episodio perfora los límites del debate jurídico por la caracterización de los querellantes, la figura y la trayectoria del imputado y porque en los entretelones del poder se alberga el resentimiento contra el magistrado, por derecha, centro e izquierda. Cargarse al juez más famoso en buena parte del mundo es, quizá, el objetivo multisectorial.