El otro gobernador

Los negocios del gremialista millonario José Ángel Allende son repugnantes y repulsivos al sistema democrático. Con un expediente en Tribunales, abierto de oficio por los fiscales luego de una serie de notas de ANÁLISIS donde se denunció el desvío de fondos públicos mediante una fundación que integran familiares directo suyo, el diputado y titular del sindicato UPCN no se detiene en su tarea de acaparar poder en la esfera estatal. El creciente poder al que nadie le pone límites se expresa en otras dos nuevas circunstancias recientes: el desembarco en el Ministerio de Salud y el nombramiento de directores de hospitales que hizo el cuestionado dirigente, por un lado, y por otro en la destrucción mediante veto propiciado por el propio Allende de la Ley de Historia Clínica Digital, un instrumento que permitía, entre otras cosas, transparentar los pagos por prestaciones médicas que hace el IOSPER, en operaciones que ascienden a 20 millones de pesos mensuales. Con un presupuesto de mil millones de pesos, la obra social provincial también es territorio del gremialista-diputado.