La tribuna o el pago de sueldos

El acompañamiento del gobierno peronista a la polémica reforma previsional impulsada por Mauricio Macri muestra, una vez más, que la provincia de Entre Ríos carece, desde hace décadas, de la más elemental autonomía política y económica. El Estado entrerriano tiene un déficit de 4.250 millones de pesos anuales y una deuda histórica de 25.804 millones de pesos. En cada inicio de mes, las cuentas oficiales están en cero y deben depositarse en ellas 40.200 millones de pesos para pagar sueldos de la administración pública, de docentes y de jubilados. No se puede cumplir con el cronograma de haberes si la Nación no adelanta fondos de la coparticipación. De cada diez pesos que ingresan, siete son enviados por Buenos Aires y 3 son de recursos propios. En ese marco, Gustavo Bordet hizo lo que han hecho todos sus antecesores peronistas: acompañar al gobierno central que le puede complicar su mandato y la viabilidad económica provincial en el momento que quiera. Sin embargo, en su propio partido muchos hicieron como que no entendían y apostaron a jugar la interna. El urribarrismo, que no se hace cargo de haber dejado una deuda de 12.558 millones de pesos, y el kirchnerismo más duro armaron sendas reuniones en Paraná donde se analizaron lanzar acciones para “esmerilar la figura del gobernador y presidente del PJ entrerriano”.