La Hendija, la fábrica de sueños

Algún día, cuando se escriba sobre los procesos culturales en Paraná en la década del '90, habrá que empezar por el Centro Cultural La Hendija. Una década del neoliberalismo privatista menemista y del uno a uno peso dólar. En ese tiempo surgía su sala de cine: una flor saliendo entre las piedras de un panorama estéril de salas de proyección. Armando Salzman es la cara visible de La Hendija, este espacio cultural que en 1989 ya proyectaba cine de 16 mm. Y lo hacía con el proyector del Cine Club Paraná, que desde la década del 70 tenía una trayectoria. Al aparato en los comienzos lo manejaron Sergio Prá y Mauro Bedendo, quienes conformaron un grupo junto con Ernesto Varela, Rolando Vitas, Fidel Poggi, Enrique Suárez, Kity Mastrángelo, Mirta Vitas, Carmen Boeykens, Eduardo Ayala y Manuel Ramat, entre otros tantos que se fueron sumando. Se proyectaba semanalmente material de la Embajada de Francia y el cine alemán que poseía en sus archivos el Instituto Goethe. Es decir que la experiencia de La Hendija nació con el espíritu del Cine Club.