“La gente piensa que por ser la mujer del gobernador puedo resolver todos los problemas y aunque no es así, cuando recorro la provincia me piden de todo, fundamentalmente trabajo”, afirmó en una entrevista con ANALISIS Cristina Cremer, titular del Instituto Provincial de la Discapacidad y candidata a diputada nacional por el PJ. Tuvo blancas y negras para con los docentes y dijo que la Iglesia ha tenido un protagonismo social desequilibrado, aunque aseguró en Entre Ríos la relación es de mucho respeto. Relató que los peores momentos de la familia fueron durante la dictadura y la última gestión montielista. Rovira no estuvo ajeno a sus críticas y tampoco salieron de foco Maya, Alasino y Rossi. Saliendo al cruce de diversas conjeturas, afirmó que no fue candidata a gobernadora por problemas estrictamente familiares y no quiso adelantar qué haría en el futuro si se lo vuelven a plantear. Advirtió que si Cristina Kirchner no supera la primera vuelta se puede complicar. Afirmó finalmente que la grilla de futuros funcionarios la armó Urribarri y después se la comentó a Busti y que entre ellos no están peleados “aunque a veces, como sucede con los hermanos, hay chisporroteos que se superan”.